48 horas en Córdoba

A pesar de ser una ciudad de mediano tamaño, la antigua capital del Califato Omeya guarda una riqueza arquitectónica y cultural incalculable, pues fue en su época una de las ciudades más influyentes en el mundo cultural durante la época califal. Aunque se nos quedarán algunas visitas pendientes para un nuevo viaje, en un fin de semana podremos ver algunos de los puntos principales de esta encantadora ciudad.

Un paseo por la Judería – 9:00

Para empezar a conocer la ciudad, qué mejor que hacer un recorrido por su Casco Histórico, donde se concentran la mayoría de sus joyas y que, no en vano, es considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1994. En esta parte de la ciudad, conocida como Judería por ser donde se ubicaba el barrio judío que aquí se desarrolló entre los siglos X y XV, podemos visitar varios monumentos emblemáticos. Para empezar, la Sinagoga de Córdoba, la cual constituye un templo único en Andalucía y una de las tres que se conservan aún en todo el país. Se trata de un edificio mudéjar que data del año 1315, el cual tras la expulsión de los judíos de la Península fue destinado a diversos usos y restaurado en diversas ocasiones. A través de su patio accedemos primero a un vestíbulo y luego a la sala de oración. La visita puede hacerse de 9:00 a 19:30 (domingo hasta las 15:30 y lunes cerrado) y el acceso es gratuito.

Justo al lado del templo hebreo tenemos la Capilla Mudéjar de San Bartolomé, construida en el siglo XV y la cual constituye uno de los mejores ejemplos del arte mudéjar en esta ciudad. Abre de 10:30 a 13:30 y de 15:30 a 18:30 horas (excepto lunes que abre sólo por la tarde y domingos que será de 10:30 a 13:30). La entrada en fines de semana vale 2 euros. Al salir de aquí haremos un recorrido pasando por algunas de sus calles más representativas, como es la Calleja de las Flores o la calle de Pedro Jiménez (conocida como Callea de las Flores), para llevarnos una imagen típicamente cordobesa. Estamos a pocos metros de la famosa Mezquita de Córdoba.

Arte mudéjar en la Sinagoga de Córdoba – Imagen: ©depositphotos.com/Quasarphotos

La Mezquita Catedral de Córdoba – 11:00

No nos demoraremos más para visitar la famosa Mezquita Catedral de Córdoba, que nos da la bienvenida a través de su Patio de Naranjos. La Mezquita, que se construyó entre el año 785 y el 987, fue en su momento la segunda más grande del mundo y es uno de los ejemplos más asombrosos de la arquitectura islámica en Occidente. Es un monumento que no dejará indiferente a quien lo visite, no solamente por su impactante belleza sino por su incalculable valor artístico e histórico, que nos permite ver integrados en una misma construcción el estilo omeya junto al gótico, renacentista y barroco. La Mezquita Catedral está abierta de lunes a sábados de 10:00 a 19:00 horas (domingos y festivos de 8:30 a 11:30 y de 15:00 a 19:00 horas). La entrada cuesta 8 euros para adultos.

Interior de la Mezquita – Imagen: ©depositphotos/gobliins

Arcos del interior de la Mezquita Catedral – Imagen: ©depositphotos/M_Prusaczyk

Mirhab de la Mezquita Catedral – Imagen: ©depositphotos/gobliins

Puente Romano y Torre de la Calahorra – 13:00

Una vez salimos de la Mezquita, nos dirigimos hacia el Puente Romano, otro de los puntos que constituyen símbolo de la ciudad. Si bien pueden surgir dudas debido a su aspecto reciente reformado, tras su última y polémica remodelación, se trata de un puente construido a comienzos del siglo I d.C. Atravesando el río Guadalquivir por este monumento de dos milenios de historia, nos encontramos con la Torre de la Calahorra, que actualmente acoge el Museo Vivo de al-Andalus. Este museo, que abre de 10:00 a 18:00 horas, nos permite adentrarnos en la convivencia de las culturas en judía, musulmana y cristiana en Córdoba durante el periodo andalusí. La entrada cuesta 4,50 euros.

Para la hora de comer, una opción interesante pueden ser unas tapas en la Taberna La Montillana (Calle San Álvaro, 5), que está en el centro y tiene una amplia carta de cocina típica y vinos cordobeses. No podemos irnos de aquí sin probar un salmorejo cordobés (3 euros pequeño y 5 euros grande) o los famosos flamenquines (4,50 euros la media y 8 euros la ración).

De camino hacia aquí, aprovechamos para conocer la Plaza de las Tendillas (a dos minutos caminando), en donde veremos la estatua del Gran Capitán. Se trata de uno de los principales puntos de encuentro de la ciudad.

Puente Romano y Mezquita Catedral – Imagen: ©depositphotos/vector99

Torre de la Calahorra

Torre de la Calahorra

Visita al Palacio de Viana y los patios cordobeses – 16:00

Córdoba no sería la misma sin sus patios, que son un rasgo distintivo de la ciudad y están incluso reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. La casa popular cordobesa está centrada en torno a un patio, un esquema constructivo que se remonta a la época de los romanos y fue readaptado por los musulmanes. Si bien paseando por la parte antigua de la ciudad podemos asomarnos a varios patios con sus característicos claveles y gitanillas, el ejemplo más llamativo lo constituye el Palacio de Viana (conocido también como Museo de los Patios). Este palacio del siglo XIV, situado en la Plaza de Don Gome, cuenta con un magnífico jardín y doce bellos patios que pueden visitarse. Aquellos viajeros que lo deseen pueden también visitar también las dependencias del palacio y sus colecciones de arte. Abre de martes a sábados de 10:00 a 19:00 y los domingos de 10:00 a 15:00 horas. La entrada es de 5 euros para conocer sólo los patios, mientras la visita completa tiene una entrada de 8 euros.

Si vamos en la primera quincena de mayo, podremos ver los patios de la ciudad en su mayor esplendor, ya que es cuando se celebra la Fiesta de los Patios de Córdoba, cuando se realiza un concurso durante el cual los propietarios abren sus patios al público.

Después de la visita al Palacio de Viana, podemos sentarnos a tomar un café en alguna de las terrazas de la Plaza de la Corredera, otra de las míticas plazas de la ciudad. Esta plaza rectangular y rodeada de pórticos fue construida en el siglo XVII al estilo de las plazas castellanas, como la Plaza Mayor de Madrid. De hecho, es la única de este tipo en toda la comunidad andaluza.

Patio cordobés – Imagen: ©depositphotos/vale_t

Patio interior en el Palacio de Viana – Imagen: ©depositphotos/sepavone

Patio cordobés – Imagen: ©depositphotos/a_taiga

Noche en Córdoba

Para la noche, contaremos con una gran variedad de opciones, tanto por el centro como por los barrios cercanos. ya sea para quienes buscan un bar tranquilo, tablaos flamencos, locales con música en vivo o discotecas, Córdoba ofrece una amplia lista. Uno de los más conocidos en el centro es el Góngora Gran Café, reconocido por su decorazión al estilo del Siglo de Oro español, el cual ofrece actuaciones de monologos, música en vivo y distintos eventos. Es una de entre tantas opciones para quienes quieran continuar su noche hasta tarde.

Vale la pena dar un paseo nocturno para ver el Puente Romano y la Mezquita iluminados.

Vista nocturna del Puente Romano y la Mezquita Catedral – Imagen: ©depositphotos/rognar

Plaza del Potro y Museo Arqueológico – 8:30

Comenzamos temprano para aprovechar bien el día yendo hacia la Plaza del Potro, una de las reconocidas plazas cordobesas que está situada en el barrio de la Ajerquía. En la misma plaza se encuentran el Museo de Bellas Artes y el de Julio Romero Torres, dedicado a la obra de este pintor cordobés. Pero como contamos con tiempo limitado habrá que elegir entre las diferentes visitas.

Muy cerca de aquí (en la Plaza de Jerónimo Páez) nos encontramos con el Museo Arqueológico, una visita muy recomendada por ser uno de los más completos museos arqueológicos del país. Además, podemos acceder a través de este museo al yacimiento arqueológico del teatro romano de Córdoba. Situado en un palacio renacentista del siglo XVI, entre sus varias salas y patios vemos expuestos restos arqueológicos de la provincia de Córdoba que van desde la prehistoria hasta la época andalusí. Es una visita de gran interés para todos aquellos amantes de la historia y del arte que visiten la ciudad. Abre de 9:00 a 19:30 (domingos hasta las 15:30 y lunes cerrado). La entrada es gratuita para ciudadanos de la UE (resto, 1,50 euros).

Museo Arqueológico de Córdoba – Turol Jones , CC BY 2.0

Museo Arqueológico de Córdoba – Turol Jones , CC BY 2.0

Salida de la ciudad para visitar Medina Azahara – 11:00

A tan solo 8 kilómetros de Córdoba se encuentran las ruinas de una gran joya de la época del Califato Omeya: la ciudad palatina de Medina Azahara. Si bien existen diversas historias acerca de su origen, de los tiempos de Abderramán III hacia finales del siglo X, la teoría más aceptada apunta a que se pretendía lanzar una imagen renovada y deslumbrante del califato, creado solamente ocho años antes. Sin embargo, las guerras hicieron que se mantuviera como ciudad solamente unos setenta años, tras los cuales su esplendor fue transformado en ruinas. Hoy en día podemos visitar no solamente los restos de esta bella ciudad histórica sino también un Centro de Interpretación del Monumento para poder conocer más sobre el conjunto arqueológico.

Quienes tengan coche podrán llegar por la carretera de Palma del Río (A-431). Abre de 9:00 a 17:30 (excepto domingo, que será hasta las 15:30 y lunes, que permanece cerrado). La entrada es gratuita para ciudadanos de la UE, mientras que para el resto serán 1,50 euros. Existe también al opción de coger una excursión que nos lleva en autobús que nos lleva a Medina Azahara y que incluye también el servicio de lanzadera entre en centro de recepción y la entrada al conjunto arqueológico (8 euros, con entrada incluida). El autobús sale desde el Paseo de la Victoria (paradas en la glorieta Hospital Cruz Roja y frente al Mercado de la Victoria). La salida de las 11:00 horas nos trae de vuelta a la ciudad para llegar a Córdoba a las 14:30 horas.

A la vuelta, podemos comer en uno de los bares más típicos de la ciudad: la taberna Santos, que se encuentra en la cara este de la Mezquita-Catedral. Se trata de un pequeño bar que lleva funcionando desde 1966 y es reconocido por su tortilla de patatas, no sólo por su calidad sino por su tamaño, que puede llegar a los 14 centímetros de altura. Otras de las tapas típicas de la gastronomía cordobesa que podemos probar aquí son el rabo de toro o las berenjenas con miel.

Entrada a la Casa de Yafar, Conjunto Arqueológico Medina Azahara – Imagen: ©depositphotos/viledevil

Panorámica de Medina Azahara – Imagen: ©depositphotos/Toniflap

Visita al Alcázar de los Reyes – 16:00

​No podemos irnos de Córdoba sin antes visitar el Alcázar de los Reyes, uno de sus monumentos imperdibles. Este monumento es otro de los claros ejemplos cordobeses en los cuales destaca la confluencia de vestigios pertenecientes a varias civilizaciones. Pues surge de la restauración del antiguo Palacio Califal tras la reconquista cristiana en 1236, en un emplazamiento en el cual lo árabe coexiste asimismo con los restos visigodos y romanos.

En la visita asombra especialmente la belleza de sus patios y jardines, que disfrutaremos más aún si vamos en primavera. En el interior de la fortaleza de cuatro torres tiene especial relevancia el Salón de los Mosaicos, en donde están expuestos restos romanos hallados en el subsuelo de lo que hoy es la Plaza de la Corredera.
El Alcázar abre de lunes a domingos a las 8:30 horas y permanece abierto hasta las 20:45 (excepto lunes y fines de semana que cierra a las 19:15). La entrada general para adultos vale 4,50 euros.

Alcázar de los Reyes – Imagen: ©depositphotos/karkozphoto

Jardines del Alcázar de los Reyes – Imagen: ©depositphotos/Botond

Relajarse en los baños árabes – 18:00

Después de una jornada intensiva de paseos y museos, quienes tengan ganas de un rato de relajación podrán aprovechar para ir a unos baños árabes, ya que la ciudad cuenta con dos diferentes, ambos ubicados en el centro. Podemos bañarnos en sus varias piscinas de diferentes temperaturas y existe también la opción de contratar masajes y otros tratamientos. Una opción ideal para despedirse de Córdoba.