El sector de la aviación comercial sigue adaptando su normativa a las circunstancias y, en lo relativo a la seguridad de los vuelos, éstas pasan inevitablemente por la actualidad internacional. El domingo 1 de marzo de 2015 entró en vigor la ley 2015/187 de 6 de febrero dictada por la Comisión Europea, según la cual es obligatoria la realización de controles de posibles explosivos en los aeropuertos comunitarios.

La búsqueda de trazas de esos materiales implicará una serie de cambios para los pasajeros. Ello se hará patente en lo referente a la inspección de su equipaje de mano, como habrá experimentado ya todo aquel que haya tenido que tomar algún vuelo desde el lunes 2 de marzo.

Y es que manda la coyuntura y, según las explicaciones oficiales, parece que el terrorismo internacional ha ideado nuevos sistemas para esconder bombas, no necesitando de una maleta entera para ello. Ante el riesgo, se ha optado una vez más por la prevención y AENA ya ha adoptado las medidas correspondientes.

Los controles se llevarán a cabo procurando que no supongan un problema de comodidad para el usuario. Para evitar que el tiempo de paso por dichos controles se incremente, habrá un aumento de personal de seguridad; será necesario porque ahora la inspección de los bultos de cabina adquirirá tintes mucho más minuciosos.

Ya sabíamos que los botes de líquidos no pueden sobrepasar el máximo de 100 ml, que deben llevarse en una bolsa de plástico transparente de 20 x 20, que está prohibido pasar con armas o objetos punzantes, cortantes  o contundentes (navajas, tijeras, bates…) y que los productos tóxicos o inflamables quedan proscritos. También que dispositivos electrónicos como ordenadores portátiles o tablets deben sacarse a la vista para pasar el escáner.

Pero, en lo sucesivo, se amplía la lista de objetos que será obligatorio mostrar para su revisión, desde planchas a secadores, pasando por cámaras o de vídeo hasta juguetes que funcionen a pilas. Es decir, todos aquellos artículos que funcionen con electricidad, por lo que la lista se puede hacer extensiva al móvil, el walkman, la calculadora o el CD, entre otras posibilidades que puedan considerarse potencialmente peligrosas, si lo indica el encargado de la seguridad de forma aleatoria o si considera sospechoso el artilugio en cuestión.

Eso sí, dado que la inspección no se limitará al paso por escáner sino que puede ser más concreta y específica, para preservar la privacidad de los usuarios se instalarán mesas con bordes laterales elevados que impedirán que el proceso se haga a la vista. Toda la información al respecto se podrá leer en carteles colocados ad hoc en las terminales.

Las molestias que pudiera ocasionar este nuevo reglamento quedan compensadas por la mejora de la seguridad, que siempre es el objetivo para el sector aéreo. De esta forma, España, al igual que los otros entes gestores de los países europeos, invertirá una considerable cantidad de dinero en la correspondiente adaptación; más concretamente, el coste ascenderá a 17 millones de euros.

Sobre El Autor

Nacido en Oviedo (Asturias), soy historiador de formación y bloguero profesional desde 2009, con atención especial a viajes y turismo. Me gusta conocer otros lugares, bien todo el país, bien centrándome en alguna ciudad. He hecho la casi preceptiva visita a naciones de nuestro entorno europeo, como Portugal, Francia, Italia, Inglaterra, Escocia, República Checa, Rumanía y Grecia, en busca de esa identidad continental común.En el entorno mediterráneo tuve ocasión de hacer realidad un viejo sueño y recorrer Egipto en lo que fue mi primer periplo exótico. Luego siguieron otros igualmente fascinantes como Jordania y Marruecos. También salté el charco para descubrir el Nuevo Mundo, desde México a Bolivia pasando por Costa Rica, Panamá, Colombia y Perú, donde me sentí como en casa.Finalmente, también pude cumplir otro anhelo al viajar a África para ver in situ esos rincones que me fascinaban desde niño por los relatos y películas de exploradores: Kenia y el legado de Karen Blixen, Uganda y las fuentes del Nilo, Ruanda y los gorilas de montaña, el Serengueti o el Cráter del Ngorongoro en Tanzania...Extasiarse ante belleza impactante de la Capilla Sixtina, atisbar el Tesoro de Petra asomando por la abertura del cañón del Sij, sentirse abrumado por los colosos de Ramsés II en Abu Simbel o las pirámides de Giza, escuchar la potencia ensordecedora de las cataratas Murchinson, ver salir el sol desde lo alto del Sinaí o de Machu Picchu, cabalgar por la ribera del Nilo, caminar por la grandiosidad enigmática de Teotihuacán, despertarse al amanecer con el rugido de un león en la sabana, fotografiarse ante la inmensidad blanca del Salar de Uyuni, deambular por el Whitechapel de Jack el Destripador, contemplar París desde lo alto de la Torre Eiffel, navegar por el lago Ness...Todo ello -y lo muchísimo más que aún haya de venir- trato de plasmarlo en imágenes y palabras a través de mi blog El Viajero Incidental y Viajeros de La Brújula Verde.

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