Barcelona tiene edificios que más allá de su valor artístico, constituyen un legado histórico invaluable que han contribuido a crear un patrimonio sumamente apreciado por residentes y turistas. Millones de personas la visitan cada año en busca de esos espacios que han sido testigos de sucesos históricos y deportivos o porque simplemente son ejemplos arquitectónicos sin parangón en el mundo.
Hacer una lista de los 15 edificios imprescindibles en Barcelona es una tarea difícil e injusta, teniendo en cuenta la inmensa cantidad de obras de importancia que abundan en la ciudad, número que sin dificultad podría ampliarse a 50. Estos 15 edificios representan un balance entre lo antiguo y lo nuevo, así como lo artístico y lo histórico, sin dejar de lado lo extraordinario por supuesto.
Se ha hecho un énfasis en los edificios que para bien o para mal, hacen una representación equilibrada de lo que ha sido y es Barcelona, tanto para el mundo como a nivel local, intentando incluir la mayor diversidad posible y dando prioridad a los edificios que se pueden visitar en su interior.
El Camp Nou es una institución en Barcelona, no sólo por ser el estadio más grande de España y de Europa (con una capacidad estimada de 100.000 espectadores), sino por ser la sede de uno de los clubs de fútbol más exitosos de la historia de este deporte. El Camp Nou fue inaugurado en 1957 y desde entonces ha sido testigo de inolvidables momentos en el deporte, la política y la música.
Una visita al estadio es obligatoria para comprender la magnitud de esta estructura, así como para aprender sobre su relevancia en la ciudad. No en vano, se encuentra entre los más visitados de Barcelona. En su interior podrás ver el campo en persona, los vestuarios, la sala de prensa y por supuesto, visitar el Museo del FC Barcelona, donde se exhiben todos los trofeos y se repasan todas sus glorias deportivas.
Gradas y campo del Camp Nou de Barcelona. Imagen: ©depositphotos.com/masterlu
Con más de 100 años de historia, el Palau de la Música Catalana es uno de los recintos musicales más importantes de Barcelona, donde se han presentado artistas globales de primer nivel de la talla de Paco de Lucía, Ella Fitzgerald, Pau Casals, Manuel de Falla, Charles Aznavour, Woody Allen, Norah Jones, Montserrat Caballé y José Carreras, entre otros, aparte de grandes orquestas y filarmónicas locales e internacionales.
Construido entre 1905 y 1908 en pleno barrio de la Ribera, el Palau es uno de los máximos ejemplos de la arquitectura modernista. Obra del genial Lluís Domènech i Muntaner, el edificio es una maravilla artística que vale la pena visitar en su interior, ya sea asistiendo a un concierto o a una visita guiada por sus instalaciones. No pierdas de vista la fantástica claraboya que adorna la Sala de Conciertos, que permea la luz solar a la sala mediante miles de cristales de colores.
Sala de conciertos y claraboya del Palau de la Música Catalana. Imagen: ©depositphotos.com/mytrade1
Un aspecto interesante de esta magnífica basílica (único ejemplo verdadero del gótico catalán), es que fue construida por los propios habitantes del barrio de la Ribera, quienes no sólo participaron en su levantamiento sino que también la financiaron. Esto se evidencia en la austeridad que reina en la estructura, pero a pesar de la moderación ornamental, personalmente creo que es uno de los templos más representativos de Barcelona. La iglesia tomó relevancia en el mundo entero al ser un elemento central del bestseller de Ildefonso Falcones “La Catedral del Mar”.
Nave central de Santa María del Mar. Imagen: ©depositphotos.com/perseomedusa
Este antiguo hospital, recientemente reconvertido a centro cultural bajo el nombre de “Recinto Modernista de Sant Pau”, es uno de los mayores ejemplos de arquitectura modernista en el mundo. Proyectado por Lluís Domènech i Muntaner, está compuesto de 13 edificios y pabellones modernistas que durante décadas funcionaron exitosamente como centro hospitalario.
Más que un edificio modernista, considero al Sant Pau más como un conjunto urbanístico de este estilo, una especie de parque modernista donde las vistas son sencillamente espectaculares. Se puede visitar en modalidad libre o en visita guiada (recomendada).
Recinto Modernista Sant Pau desde la Avenida Gaudí. Imagen: ©depositphotos.com/Getino13
Probablemente se trate del edificio más famoso de Barcelona, un monumento imposible de evitar ya que su jerarquía en el skyline de Barcelona es ineludible. Obra maestra de Gaudí, uno de los padres del modernismo catalán, se hizo cargo del proyecto en 1883, cuando las obras del Eixample barcelonés aún no se habían completado y el entorno era más propio de campo que de ciudad.
Un edificio único en el mundo, la Sagrada Familia es un ejemplo de la genialidad de este arquitecto que le dedicó el resto de su vida a construirla, muriendo en 1926 mucho antes de verla culminada. Su torre central, una vez esté finalizada (previsto para 2026), será el punto más alto de Barcelona con 170 metros.
Impresionante interior de la Sagrada Familia. Imagen: ©depositphotos.com/alexsalcedo
A pesar de no ser una obra original de Gaudí, ya que fue una remodelación de un edificio ya existente, la Casa Batlló resultó ser una de sus obras más representativas, ganándose un lugar entre los principales sitios de interés de Barcelona. Su aspecto colorido y simbólico, unido a las formas naturalistas, fruto de la mezcla de una imaginación y capacidad constructiva genial, convierten al edificio de la Casa Batlló en un museo con nombre propio, donde cada elemento de la casa es una obra de arte.
Coloridos detalles de la fachada de Casa Batlló. Imagen: ©depositphotos.com/toucanet
Compartiendo fachada con la Casa Batlló, la Casa Amatller, obra de Josep Puig i Cadafalch, es otro edificio imprescindible de Barcelona, que en ocasiones se ve eclipsado por su famoso vecino. Junto con la Casa Lleó Morera de Domènech i Muntaner, que se encuentra en la misma manzana en el Paseo de Gràcia, los 3 edificios forman “la Manzana de la Discordia”, bautizada así por la rivalidad existente entre estos arquitectos. La obra de estilo gótico y flamenco, es monumento histórico-artístico y se puede visitar en su interior.
La Casa Amatller en el Paseo de Gràcia de Barcelona. Imagen: ©depositphotos.com/davidewingphoto
La Catedral de la Santa Creu i santa Eulàlia, la principal de Barcelona, está dedicada a Santa Eulàlia, la patrona de la ciudad de Barcelona, que sufrió el martirio durante la era romana con tan sólo 13 años. A pesar de ser de estilo gótico, su construcción reemplazó algunos elementos de la antigua catedral románica en estilo gótico y culminó en el siglo XV, con un aspecto muy distinto y menos elaborado que el actual. No fue hasta finales del siglo XIX y comienzos del XX que se le agregaron elementos góticos a la fachada, como el cimborrio y los pináculos.
Plaza y fachada de la Catedral de Barcelona. Imagen: ©depositphotos.com/anshar
La fachada iluminada del Palacio Nacional de Montjuic es una de las imágenes más reconocidas de Barcelona.Este monumental edificio fue construido para la Exposición Internacional de 1929, que sirvió como ceremonia de inauguración del evento y como museo para la exhibición de arte español. Tras la adjudicación de las Olimpíadas de 1992, se convirtió en el actual MNAC, para uniendo las colecciones del de varios museos y cosechando una de las mayores colecciones de arte románico en el mundo. Su acceso es uno de los sitios preferidos para ver el espectáculo de la Fuente Mágica de Montjuic.
Espectáculo lumínico en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Imagen: ©depositphotos.com/KarSol
Este pequeño y casi escondido edificio, se encuentra a unos metros de la mencionada Fuente Mágica de Montjuic y en su momento se trató del Pabellón de Alemania para la Expo de 1929. Fue construido por Mies van der Rohe, uno de los padres de la arquitectura moderna, y en su diseño sentó las bases de muchos de los conceptos que dominarían la arquitectura del siglo XX, es decir, el Movimiento Moderno, tendencia que rompió con antiguos preceptos y abrió una nueva era en la arquitectura. En su interior hay un ejemplar de la “Silla Barcelona”, un modelo que se sigue produciendo hasta nuestros días.
Interior del Pabellón Mies van der Rohe y la ‘Silla Barcelona’. Imagen: ©depositphotos.com/vicnt2815
Otro de los elementos construidos para la Exposición Internacional de 1929, fue el Estadio Olímpico Lluís Companys, siendo sede de innumerables encuentros de fútbol y otro tipo de actividades deportivas durante décadas. Fue sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 y del emotivo encendido del pebetero de esos juegos y en la actualidad sigue siendo uno de los recintos deportivos más solicitados de la ciudad, para encuentros de fútbol, conciertos musicales de gran escala y el Mundial de Atletismo, entre otros.
Estadio Olímpico de Montjuic Lluís Companys. Imagen: ©depositphotos.com/KKulikov
Gracias a su peculiar forma y original iluminación, la Torre Agbar se ha ganado su sitio en el skyline barcelonés durante sus cortos 10 años de existencia. También se ha convertido en uno de los sitios de peregrinación preferido por los turistas extranjeros, que acuden en masa a fotografiarse a su lado en la explanada del reciente Barcelona Disseny Hub.
Este edificio ha sido fundamental en el proceso de cambio que ha atravesado la Plaza de Glòries como nuevo eje urbanístico de Barcelona, y a pesar que forma parte del distrito de Sant martí, funciona como una de las puertas de entrada al cercano barrio del Poblenou y el distrito tecnológico 22@.
Torre Agbar desde la explanada del Disseny Hub – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert, CC BY 2.0
Ubicado en el edificio de las Atarazanas Reales de Barcelona, donde se construyeron numerosos navíos de la Corona de Aragón. Este edificio de estilo gótico, construido entre el siglo XIII y XIV, fue convertido a museo en 1936, dotando a la ciudad con un interesante museo marítimo y una biblioteca naval. Su interior, aparte de estar dotado de impresionantes naves góticas de gran altura, tiene réplicas a tamaño natural de famosas galeras, modelos de barcos famosos y repasa la historia general del puerto de Barcelona y su relación con el mar.
Edificio del Museu Marítim de Barcelona. Imagen: ©depositphotos.com/Nanisimova_sell
El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona se ha convertido en una pieza fundamental del barrio del Raval durante sus dos décadas de vida, albergando una colección de 5.000 piezas de arte de la segunda mitad del siglo XX y actuando como un ente regenerador en el corazón del barrio. La vistosa y blanca estructura se halla junto a la Plaça dels Angels, un sitio legendario de Barcelona, muy frecuentado por skaters. Visitar el edificio es igual de importante que las obras que alberga en su interior.
El MACBA y la Plaça dels Àngels en el Raval. Imagen: ©depositphotos.com/Toniflap
La imaginación y la creatividad de Gaudí de nuevo se dieron cita en este palacio urbano para la familia del acaudalado Eusebi Güell, uno de los primeros encargos que recibió Gaudí por parte del empresario y del cual se graduó con honores. El estilo forma parte de la etapa oriental de Gaudí, cuando se decantó por inspirarse en elementos asiáticos e islámicos para sus obras. El Palau Güell es una obra de arte por donde se mire, ya sean sus fachadas en la céntrica Nou de la Rambla, en la impresionante planta noble o la vistosa azotea.
Impresionante interior del Palau Güell. Imagen: ©depositphotos.com/masterlu