Durante décadas fue el epicentro de la llamada “Guerra Fría”, el conflicto ideológico, político y social que enfrentó a las dos potencias mundiales más grandes del planeta durante la segunda mitad del siglo XX. La imagen de la Plaza Roja de Moscú es el símbolo inequívoco de la extinta Unión Soviética y de todo lo que la identificaba, sinónimo de poderío, represión y la columna vertebral de un imperio que se vino abajo a comienzos de la década de 1990. Es irónico que una de las plazas más hermosas, no sólo de Rusia, sino de todo el planeta tenga tanto simbolismo implicado.
Más allá de todos los eventos históricos que han acaecido en su suelo, algunos terribles y desafortunados y otros esperanzadores y lúdicos, la Plaza Roja (Krásnaya plóshchad) es el kilómetro 0 de todos los caminos que se esparcen a lo largo del país más extenso del mundo y no existe un lugar más importante en toda la ciudad de Moscú.
Por mucho tiempo llegué a creer que el color rojo presente en su nombre provenía de su condición de ser centro neurálgico del bloque comunista o por el color predominante de sus edificios, históricamente identificado con este color, pero tras visitarla, aprendí que el término en ruso Krásnaya “rojo”, antiguamente también se aceptaba como “bonito”, así que su significado verdadero es “Plaza Bonita”.
La Plaza Roja es sin duda el primer lugar para conocer en Moscú y quieras o no terminarás volviendo a ella muchas veces porque su efecto atrayente es imposible de evadir. Por fortuna, toda su extensión (más de 23.000 metros cuadrados) es totalmente peatonal, (salvo vehículos oficiales del ejército o la policía) y la puedes recorrer a tus anchas, incluso sentarte en el centro de ella y permanecer allí el tiempo que quieras. Ahora bien, toda la vida hemos visto los edificios que la conforman, pero ¿qué representa cada uno? ¿Es posible visitarlos? A continuación te contamos los 5 sitios que no debes perderte en una visita a la Plaza Roja.
El Kremlin y el Mausoleo de Lenin, Plaza Roja de Moscú- Foto: Dennis Jarvis , CC BE-SA 2.0
| MOSCÚ – EN BREVECómo llegar: Existen muchas opciones para conseguir vuelos baratos a Moscú desde España. Saliendo de Madrid, Aeroflot, Ibaria y Air Europa tienen vuelos directos, aunque el precio baja considerablemente si en cambio escoges una ruta haciendo escala con Brussels Airlines o Swiss. La situación es similar desde Barcelona, desde donde puedes conseguir buenos precios haciendo escalas con Lufthansa, Ukraine International Airlines o Air Baltic. También hay vuelos directos a Moscú desde Málaga y Alicante con Aeroflot y S7 Airlines. Dónde Alojar: Encuentra el alojamiento más apropiado en vuelosbaratos o busca una alternativa diferente con AirBnB. Moverse por Moscú: Moscú es una ciudad enorme y el metro es sin duda la mejor opción. El metro es por sí solo una atracción, ya que muchas estaciones (en especial las más antiguas) parecen auténticos palacios. Visita la web del metro de Moscú para familiarizarte con el sistema porque una vez allí no es nada sencillo. Ten en cuenta que los nombres de las estaciones pueden estar en cirílico y tu mapa turístico las puede traer en caracteres latinos y esto puede prestarse a confusiones. Un billete sencillo cuesta 50 rublos (0,71 euros) y recuerda que si llevas equipaje, debes comprar un billete adicional para tu maleta (60 rublos: 0,85 euros). |
A pesar de no ser perfectamente rectangular, el espacio principal de la plaza está delimitado por cuatro edificios principales y definitivamente el que más llama la atención está hacia el extremo del sureste. La Catedral de San Basilio tiene la distinción de ser la imagen más representativa del país a nivel mundial y es que el estilo arquitectónico de este templo ortodoxo es sencillamente único e inconfundible, alejándose por completo del estilo europeo, aunque se han identificado ciertos detalles provenientes del estilo italiano.
Iván el Terrible la mandó a construir entre 1555 y 1561 como motivo de celebración ante la conquista de la ciudad rusa de Kazán y llama la atención no sólo por sus llamativos colores sino también por la curiosa forma bulbosa de sus cúpulas que fácilmente puede recordar a una cebolla o incluso la llama de una vela encendida. Ocho capillas de distintas jerarquías se organizan alrededor del espacio central, creando un conjunto hipnótico del que es difícil apartar la mirada, especialmente de noche.
Como todo monumento histórico, su historia está plagada de anécdotas y leyendas urbanas, como por ejemplo aquella que afirma que Iván el Terrible quedó tan impresionado cuando la vio terminada que ordenó dejar ciego al arquitecto para que no pudiese repetir una obra semejante.
También se puede decir que su permanencia a través de los siglos ha sido un milagro porque muchas figuras históricas intentaron borrarla del mapa, desde las tropas de Napoleón que intentaron quemarla, hasta el responsable del Plan General para la remodelación de Moscú en épocas de Stalin, que sugirió eliminarla para dejar más espacio en los desfiles militares. Para conocer más anécdotas, lo más recomendable es visitarla en persona.
Catedral de San Basilio, Plaza Roja – Foto: Bernt Rostad , CC BY 2.0
| Cómo llegar: Llega hasta la Plaza Roja en metro hasta la estación Ploshchad’ Revolyutsii de la línea 3 y de allí camina en dirección oeste por la calle Nikolskaya unos 250 metros. La entrada a la Catedral de San Basilio cuesta 350 rublos (5 euros) y una visita guiada puede valer unos 100 rublos (1,42 euros). Visita su web oficial (en ruso). |
Con este nombre tan conocido se designa a la ciudadela amurallada que rodea un conjunto de edificios gubernamentales, catedrales como la de la Asunción o la Aunciación, el Palacio del Senado y el Palacio del Kremlin, la residencia oficial del presidente de la Federación de Rusia, entre otros. Visitar este impresionante conjunto en la Plaza Roja es algo que se da por descontado y hacerlo puede tomar desde unas pocas horas o varios días, dependiendo de tus intereses. Su superficie abarca unas 28 hectáreas y son muchos los lugares de interés para ver en su interior.
Descontando de momento el gran valor arquitectónico en su interior, uno de los aspectos más llamativos a primera vista es la muralla y las imponentes torres de vigilancia. En total, hay 20 torres defensivas a lo largo de la muralla del Kremlin y llama la atención que muchas de ellas cuentan con un aspecto diferente.
Destacan la Torre de la Trinidad (80 mts de altura), que marca uno de los accesos principales al recinto junto a los Jardines Alexander. La Torre del Salvador (71 mts), la Torre de San Nicolás (70 mts) y la Torre del Agua (61 mts) son otras de las más esbeltas y hermosas y se pueden apreciar desde todo el conjunto. Antes de entrar te recomiendo dar un paseo por la parte exterior que bordea el río Moscova, el también llamado Malecón del Kremlin, que ofrece panorámicas del recinto que te quitarán el aliento.
No dejes de visitar la Armería del Kremlin, uno de los museos más antiguos de Rusia que contiene tesoros como la Corona Imperial de Rusia, el Fondo Diamantino o el trono de marfil de Iván el Terrible. Entre otras joyas, tiene una de las colecciones de huevos Fabergé más grandes del mundo.
El Kremlin en una fría tarde desde el río Moscova – Foto: Pavel Kazachkov , CC BY 2.0
| Cómo llegar: Si te diriges exclusivamente al Kremlin, la mejor opción es llegar en metro hasta la estación Biblioteka imeni Lenina, o bien caminando desde la Plaza Roja. Se pueden comprar dos tipos de entradas, una que permite el acceso a los jardines, la plaza de las catedrales y las exposiciones permanentes (350 rublos, unos 5 euros) y otra para ver la Armería (700 rublos, 9,90 euros). Visita la web del Kremlin para comprar las entradas de forma online. |
Ubicado justo en frente de la fachada del Kremlin, el Mausoleo de Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin, es uno de los puntos más visitados de la plaza y de Moscú en general. La fascinación que aún genera el antiguo líder político y social y primer dirigente de la Unión Soviética es palpable en las colas que se suelen formar para entrar. Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de ver el cuerpo embalsamado de una de las figuras más trascendentales y polémicas del siglo XX.
El mausoleo fue construido en 1924 por el Gobierno Soviético y reformado cinco años después cuando se decidió prolongar indefinidamente la exhibición del cuerpo de Lenin, fue entonces cuando se mejoró la estructura y se reemplazó la antigua de madera por una mucho más solemne y duradera en mármol. A la salida del mausoleo podrás ver las tumbas de otras figuras relevantes del país como Yuri Gagarin, Stalin o Brezhnev.
Mausoleo de Lenin. Imagen: ©depositphotos.com/abadesign
| Planifica bien tu visita al mausoleo porque no abre todos los días al público. En concreto abre los días martes, miércoles, jueves y sábados de 10:00 horas a 13:00 horas. La visita al mausoleo es gratuita y está prohibido hacer fotografías. Todas las mochilas, bolsos y cámaras fotográficas deben guardarse en consigna antes de poder entrar. |
No todo en la Plaza Roja tiene un tinte político o religioso, de hecho el imperial y elegante edificio de 242 metros de largo que ocupa todo el lado norte de la plaza es de carácter comercial y su historia es tan apasionante como el largo de los almacenes. Las “Principales Tiendas Universales” (Glavnye Universalnye Magazí), se construyeron a finales del siglo XIX en el mismo terreno donde históricamente se había llevado a cabo la actividad comercial en el corazón de Moscú. Desde entonces, GUM ha permanecido como el centro comercial más grande de Rusia.
Tras haber atravesado múltiples usos en distintos períodos del siglo XX, en especial los años siguientes al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1953 recuperó su estatus como centro comercial, aunque en varias ocasiones el edificio se libró de ser derribado gracias a los altos costes que suponía hacerlo. El gobierno de Brezhnev no le gustaba demasiado la idea de tener unos almacenes delante del Kremlin o de un sitio sagrado como el Mausoleo de Lenin.
En la actualidad, los almacenes son un sinónimo de lujo extremo, en donde se ubican las tiendas y firmas más exclusivas de occidente. Aunque no se trate de un sitio ideal para hacer compras a buen precio, te animo a que entres para admirar la impresionante galería interior, las elegantes tiendas y el ambiente en la fachada interior que de noche es iluminada cual edificio de fantasía en un parque temático.
Interior de los Almacenes GUM – Foto: Robert Montgomery , CC BY 2.0
Por último, llegamos al edificio que ocupa el lado noroeste de la plaza, un imponente y clásico edificio de estilo neo ruso, construido por el Zar Alejandro III entre 1875 y 1881. El museo alberga piezas artísticas de todos los períodos históricos de Rusia y constituye una exaltación del nacionalismo ruso.
El edificio es una especie de transición entre la Plaza Roja y la Plaza del Manège, ubicada al lado opuesto del museo, en donde se ubica una de las entradas oficiales a la plaza, la Puerta de la Resurrección, la única de las puertas existentes al área histórica de Kitai-gorod, que curiosamente fue destruida tras las órdenes de Stalin y reconstruida a comienzos de los años 90. Entre otras curiosidades, justo al frente de esta puerta se encuentra la placa que simboliza el kilómetro 0 de todas las carreteras de Rusia.
El Museo de Historia Estatal quizás esté dirigido a un público muy específico, sin embargo es imposible de negar su estilizada belleza y simetría, cuyos techos blancos deben hacer juego con el suelo de la Plaza Roja en un nevado día de invierno.
Museo Estatal de Historia. Imagen: ©depositphotos.com/samodelkin8