Situada en el extremo más meridional de la Costa Dálmata, Dubrovnik se ha ganado merecidamente el reconocimiento como “la perla del Adriático” gracias a una acertada combinación de elementos arquitectónicos, cultura, historia y paisajes naturales. Su encanto capaz de evocar otras épocas no pasó desapercibido antes los productores de la serie “Juego de Tronos”, quienes la escogieron sin dudar para representar a Desembarco del Rey, la capital de los Siete Reinos.

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Dejando a un lado la cultura pop, Dubrovnik y su centro histórico, capital de la antigua República de Ragusa entre 1358 y 1818, ha sido durante siglos una de las ciudades de mayor importancia en el Adriático y más recientemente, un centro turístico de primer nivel. Cuesta creer que esta joya haya sido tan duramente castigada durante el conflicto de los Balcanes a comienzos de la década de 1990, pero milagrosamente y a pesar de los bombardeos, los invaluables monumentos del centro histórico no sufrieron mayores daños.

No hay rastro del fantasma de la guerra y en la actualidad la ciudad ha hecho un gran esfuerzo por recuperar su gloria de antaño y conseguir atraer la gran cantidad de turistas que la han convertido en uno de los puntos más visitados de Croacia. Es cierto que a primera vista de la impresión de estar llegando a un parque temático ante tal cantidad de turistas, pero este efecto se disipa una vez comienzas a descubrir la esencia de esta maravillosa ciudad.

VIERNES

Puerta de Pile

Contrario a lo que suele pasar en la mayoría de ciudades fortificadas, cuyas murallas defensivas o bien se han derribado o han sufrido los estragos del tiempo, en Dubrovnik muestran con orgullo su estupendo sistema de murallas, construidas entre los siglos XII y XVII, las cuales aún permanecen en pie y siguen un trazado ininterrumpido de casi 2.000 metros de longitud.

La principal puerta para acceder a la ciudad fortificada de Ragusa era la Puerta de Pile, cuyo puente levadizo aún funciona, y es el punto ideal para comenzar nuestro recorrido por Dubrovnik.

Para llegar a ella hay que cruzar un puente de piedra y seguidamente el puente levadizo de madera sobre el foso que antiguamente tenía agua, el mismo que en otras épocas se izaba cada noche para cerrar la puerta de la ciudad. Esta coronada por la imagen de San Blas, el patrón local.

Puerta de Pile. Imagen: ©depositphotos.com/ginasanders

Iglesia San Salvador

Nada más cruzar las puertas entras a una amplia plaza donde a ti izquierda verás uno de los primeros monumentos, la Iglesia San Salvador, construida como agradecimiento a que la ciudad no sufrió grandes daños durante un terremoto que asoló a Dubrovnik a comienzos de la década de 1520. Como curiosidad, esta iglesia soportó estoicamente otro terremoto en 1667 y se conserva intacta hasta nuestros días. Es el primer ejemplar del conjunto monumental declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979.

Iglesia San Salvador y Fuente de Onofrio, Dubrovnik – Foto: Instant2010, CC BY 2.0

Fuente de Onofrio

Al frente de la iglesia está un popular punto de encuentro en Dubrovnik, la Fuente de San Onofrio. Creada para uso público en 1438, tiene forma poligonal con 16 caras y es el punto final de un acueducto subterráneo que transportaba el agua desde el río Dubrovacka. El agua fluye por cada una de los lados por unas esculturas con forma de cara. Si viajas en verano, es un buen lugar para refrescarse. Si te interesa la arqueología, a mano derecha de la fuente hallarás el Museo Arqueológico de Dubrovnik.

Fuente de Onofrio. Imagen: ©depositphotos.com/fotofritz

Monasterio de San Francisco

Siguiendo recto por la calle Stradun, seguidamente encontrarás el Monasterio de San Francisco, al cual se puede acceder tras entrar la Iglesia San Salvador. Gran parte de este monumento se perdió con el terremoto de 1667 y posteriormente se reconstruyó el monasterio y la iglesia en estilo barroco. De gran belleza es el claustro y sus galerías, una de las partes más antiguas que se conservan, así como el jardín y la fuente gótica.

Curiosamente, dentro del recinto se encuentra la farmacia más antigua de Croacia y la tercera de Europa. La farmacia de Mala Braca está en el mismo sitio desde 1317 y aparte de seguir en funcionamiento, se conserva el laboratorio el mobiliario original. El claustro abre hasta las 18:00 horas en verano y la farmacia hasta las 19:00 horas. Precio claustro y farmacia: 30 Kn (3,92 euros).

Monasterio de San Francisco. Imagen: ©depositphotos.com/rognar

Calle Stradun o Placa

La calle Stradun o Placa (se pronuncia platsa), es una de las vías más importantes del centro histórico y conecta la Puerta de Pile con otra de las puertas de acceso a la ciudad, la Puerta Ploče. Stradun es además el sitio donde se celebran los acontecimientos, procesiones y fiestas de Dubrovnik, como la fiesta de San Blas, el santo patrono de Dubrovnik, que se celebra cada 2 de febrero con la presencia de toda la ciudad.

El recubrimiento de piedra caliza está presente desde que se remodelara tras el terremoto y todos los comercios y restaurantes a su paso guardan el mismo estilo y tienen por entrada una puerta con arco de medio punto. Es el sitio perfecto para comprar souvenirs, tomarte un café y dejarte embriagar por el ambiente, sólo recuerda que estás en la calle más cara de la ciudad.

Catedral de la Asunción

Como la mayoría de los monumentos de Ragusa, que sufrieron terribles daños tras un terremoto que marcó a la ciudad, la Catedral de la Asunción pasó a sustituir a la antigua iglesia románica y sus obras comenzaron en 1672. Muchas de las reliquias y tesoros se perdieron tras ese triste episodio pero aun así allí podrás encontrar los restos de San Blas, relicarios decorados con piedras preciosas, un políptico de Ticiano y una Madonna cuya autoría se adjudica a Rafael.

La Calle Stradun al atardecer – Foto: Instant2010, CC BY 2.0

Catedral de la Asunción

Puerto de Dubrovnik

Visitar la plaza de la catedral es también la excusa para acercarnos al puerto, que además de ofrecer unas vistas espectaculares del atardecer junto a la muralla, hay bares como el Bar Buza, en los que incluso te puedes dar un chapuzón en el Adriático. El puerto nuevo es también una zona muy agradable para ir a cenar y no gastar demasiado. La comida croata tiene mucho de la italiana pero también se nutre mucho de las influencia eslavas, húngara y turca.

Si te apetece continuar disfrutando de la noche, suficientes bares y discotecas animan el ambiente hasta las 2 de la mañana, en donde seguramente te toparás con más turistas que locales. En temporada alta la afluencia puede ser alta, y recuerda que si te estás alojando fuera del centro histórico, las colas para el taxi pueden ser largas. Aún así, el panorama de Ragusa desierta durante la madrugada no tiene precio.

El Puerto de Dubrovnik al atardecer – Foto: Eric Hossinger, CC BY 2.0

SÁBADO

Murallas de Dubrovnik

Para la mañana del sábado, las murallas de Dubrovnik es la mejor opción, en especial si hace un buen día porque las vistas panorámicas que ofrece de la ciudad son invaluables. Esta fortificación, considerada una de las que mejor se conservan en Europa gracias a su excelente construcción y buen mantenimiento. Con un trazado continuo de 1.940 metros, llega a alcanzar hasta los 25 metros de altura y está formada por varios bastiones, torres y fortalezas. No es difícil trasladarse a épocas medievales cuando se visita esta maravilla.

Se compone de las murallas exteriores, que protegían a la ciudad desde su parte terrestre, y las murallas marítimas, utilizadas para la defensa de los ataques provenientes del mar. Su diseño fue de tal calidad, que Dubrovnik se convirtió en un sitio inexpugnable y jamás ultrajado.

Existen cinco fortalezas defensivas de las cuales tres se encuentran al paso de la muralla: Minčeta, Bokar y San Juan, mientras que las de Lovrijenac y Revelin son independientes. Se puede hacer el recorrido entero de la muralla comenzando y terminando en el mismo punto, tanto en la Puerta de Pile como en la Puerta de Placa y puede tardar entre una o dos horas. Lo más recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. La entrada para adulto vale 100 Kn (unos 13 euros) y 40 Kn para niños (5,20 euros) e incluye el acceso a la fortaleza Lovrjenac.

Fortaleza de Lovrjenac desde las murallas- Foto: Víctor González, CC BY-SA 2.0

Plaza de la Luža

Para hacer esta visita después de las murallas, conviene terminar el recorrido por la Puerta de Plaza, mucho más próxima. Esta plaza es otro de los puntos de encuentro y reunión más importantes de Dubrovnik y sitio de grandes monumentos como el Palacio Sponza, la Torre del Reloj y la Columna de Orlando. Esta última, es una pequeña pero importante parte del centro de Ragusa, ya que esta estatua de caballero medieval es símbolo de orgullo e independencia, llegando a ondear la bandera de la República de Ragusa y hoy en día la de Croacia.

Plaza de la Luža, la Columna de Orlando y la Torre del Reloj

Palacio Sponza

Este impresionante palacio gótico con elementos renacentistas, era la sede de la Aduana de Ragusa, la casa de la moneda y el tesoro de la nación. Era sitio de reunión de la Academia del Conocimiento y en su interior guarda documentos históricos del Archivo de Dubrovnik. Es uno de los pocos edificios que no fueron destruidos por el terremoto. Los sábados abre de 8:00 a 13:00 horas.

Palacio Sponza – Foto: Jennifer Boyer, CC BY 2.0 

Catedral de San Blas y Torre del Reloj

Te recomiendo visitar la Catedral de San Blas y Torre de la Campana después de un merecida comida y de un tiempo de descanso, sino terminarás como los muchos turistas que aprovechan las escaleras del templo para descansar los pies. Como su nombre lo indica, está dedicada al santo patrón de Dubrovnik y su interior alberga numerosas obras de arte, incluyendo una estatua de San Blas bañada en oro. Abierta los sábados hasta las 17:30 horas.

La Torre del Reloj es otro monumento característico de la ciudad. En pie desde el siglo XV, tiene en lo alto de la torre dos figuras llamadas zelenci, que se encargan de hacer sonar las campanas.

Catedral de San Blas

Catedral de San Blas, Dubrovnik.

Palacio del Rector

A pocos metros del Palacio Sponza, encontrarás el Palacio del Rector (Pred Dvorom 3), una obra de arte que en el pasado funcionaba como la sede del poder de la República de Ragusa. En su interior se ubica el Museo de Historia con piezas y objetos del período como monedas, sellos y tapices. Durante el verano, es una de las sedes del famoso Festival de Verano de Dubrovnik, que este año se celebra la edición número 66 entre el 10 de julio y el 25 de agosto.

Palacio del Rector

Teleférico de Dubrovnik

Después de tanta historia, conviene despejar la mente visitando uno de los lugares más espectaculares de Dubrovnik, que he reservado para el final de la tarde: el Teleférico de Dubrovnik, donde podrás ver las vistas más increíbles. La estación (Petra Krešimira 4) se encuentra fuera del centro histórico y se puede llegar caminando o en taxi.

Dada la caprichosa topografía de la ciudad, se instaló este servicio de teleférico que llega hasta una altura de 405 metros sobre el nivel del mar en la montaña de San Sergio, en un recorrido de 778 metros que apenas dura 4 minutos. No te arrepentirás de las vistas. En un día despejado se puede ver hasta una distancia de 60 kilómetros, la isla de Lokrum y los alrededores de Dubrovnik.

Panorámica de Dubrovnik desde el teleférico. Imagen: ©depositphotos.com/rognar

La entrada ida y vuelta cuesta 100 Kn (13 euros) y en la estación superior hay un restaurante de comida mediterránea con vistas panorámicas. Desde junio hasta agosto el funicular permanece abierto hasta las 24:00 horas, lo que representa la ocasión perfecta para ver la majestuosidad de Dubrovnik iluminada de noche.

A poca distancia del teleférico, en la antigua Fortaleza Imperial, encontrarás el interesante Museo de la Guerra, que cuenta los horrores de la Guerra de Independencia (1991-1995), en conmemoración a las víctimas del conflicto.

Dubrovnik, Croatia

Panorámica desde el Teleférico de Dubrovnik – Foto: S J Pinkney, CC BY-SA 2.0

DOMINGO

Isla de Lokrum

Por fascinante que sea el centro histórico de Dubrovnik, es imposible resistirse a visitar este pequeño oasis en forma de isla ubicada a 700 metros de la costas de la ciudad, en la que bañarte en las aguas del Adriático. La isla está deshabitada y no hay coches y se conecta con la ciudad a través de barcos que hacen el viaje de 10 minutos aproximadamente cada 30 media hora.

La ciudad de Dubrovnik y la isla de Lokrum. Imagen: ©depositphotos.com/Violin

El hecho que esté deshabitada no quiere decir que no haya nada por ver, todo lo contrario. En 1959 se fundó el Jardín Botánico en la antigua residencia de vacaciones del Archiduque de Austria Maximilian, una de las pocas construcciones que existe en Lokrum, a la que hay que agregar un monasterio. El jardín contiene plantas nativas y otras traídas de Australia y Sudamérica y como dato curioso, la isla está habitada por pavos reales, traídos originalmente desde Canarias por Maximilian.

La isla se puede recorrer perfectamente a pie y además de tener sobradas oportunidades para el baño (incluyendo alguna playa nudista) ofrece buenas vistas de Dubrovnik. Aunque las playas de Lokrum no son convencionales en el sentido que son rocosas y en algunos casos sólo hay una escalera para acceder al agua, no te pierdas de ver el llamado “Mar Muerto”, una laguna interior de agua salada que se conecta por el mar a través de una gruta submarina.

Mar Muerto en la isla de Lokrum – Foto: Jennifer Boyer, CC BY 2.0

Visitar Lokrum es un soplo de aire fresco y naturaleza, con bosques llenos de encinas, cipreses, pinos y olivares. No dejes de visitar el “Fort Royal”, una fortaleza construida por los franceses en el siglo XIX en el punto más alto de la isla a 91 metros de altura. Una panorámica perfecta para despedirnos de esta maravillosa ciudad.

La isla de Lokrum – Foto: Jenni Douglas, CC BY 2.0

A SIMPLE VISTA – DUBROVNIK
Cómo llegar:
Avión: Varias aerolíneas ofrecen vuelos directos a Dubrovnik desde Madrid (Norwegian) y Barcelona (Norwegian y Vueling), las mejores opciones para conseguir vuelos económicos.
Dónde Alojar:
Fuera del centro histórico se pueden encontrar hoteles de buena calidad a buen precio, a la par de hoteles de primer nivel. Alojarse dentro de las murallas es lo más céntrico pero la oferta se remite más a bed & breakfast, hostels y apartamentos. Puedes encontrar hoteles boutique con encanto en el centro histórico por ejemplo St. Joseph’s. Compara más opciones en el buscador de hoteles de Vuelos Baratos.
Moverse por Dubrovnik:
Moverse por el centro histórico no requiere de otro medio que caminar, ya que las distancias son manejables y además es totalmente peatonal. Fuera de las murallas el único transporte disponible es el autobús, ya que no hay metro ni tren. La línea que opera en Dubrovnik es Libertas (croata) y su red de autobuses cubre toda la ciudad.
Enlaces de interés:
Festival de Verano de Dubrovnik
Dubrovnik Tourist Board (en español)
Teleférico de Dubrovnik

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