Ubicada entre el Danubio y el comienzo de los montes Cárpatos, Bratislava, la capital de Eslovaquia, es una ciudad pequeña cuya posición estratégica ha conseguido jugar un poco en su contra, ya que la extrema cercanía con otras ciudades como Viena, Budapest o Brno, consiguen que en ocasiones pase un tanto desapercibida y permanezca relativamente un poco desconocida ante los ojos del turismo.

Si viajas a Europa Central, Bratislava es un destino que no debes omitir, ya que es una ciudad con personalidad propia, mucho encanto y un tamaño perfecto para conocerla en un fin de semana, además de monumentos muy curiosos, un hermoso centro histórico, edificios medievales y vestigios de la era soviética. Bienvenidos a Bratislava.

VIERNES

Plaza Mayor – Hlavne Namestie 15:00 horas

El espacio más céntrico y concurrido de Bratislava lo encontramos en la Plaza Mayor del centro histórico o Staré Mesto. La llamada plaza Hlavne Namestie, además de su encanto particular, tiene mucha actividad social, con sus terrazas, cafés y restaurantes. Aparte de la Fuente de Maximiliano, en tributo al primer emperador de la ciudad, allí encontramos uno de sus mayores símbolos: el Ayuntamiento.

Ayuntamiento de Bratislava – (Stara Radnica) 16:00 horas

El Ayuntamiento alberga el Museo de Historia de la Ciudad, un sitio en el que es posible hacer un viaje por la historia de Bratislava, donde se exhiben objetos históricos, pinturas que representan eventos de importancia para la ciudad, así como el propio edificio, de estilo gótico. La torre con su reloj, espera al final del recorrido, donde es posible dar un vistazo al panorama de la ciudad, la mejor forma de situarse en contexto antes de comenzar a recorrer Bratislava.

Escultura del soldado – Plaza Hlavné námestie

Bratislava es una ciudad llena de esculturas, muchas de cuales llaman mucho la atención del visitante, por sus peculiares representaciones. La primera de ellas la encontramos en esta plaza. Se trata de una estatua de un soldado de Napoleón, que está apoyado de forma graciosa sobre un banco de esta plaza. Bratislava fue invadida por Napoleón a comienzos del siglo XIX y dice la leyenda que uno de sus soldados se enamoró de una eslovaca y se quedó en la ciudad por amor.

En los últimos años, Bratislava se ha hecho famosa por su animada vida nocturna, un hecho que para una ciudad con menos de medio millón de habitantes (una de las menos pobladas de la Unión Europea), es algo sorprendente. La mayor parte de esta vida nocturna se desarrolla en el centro histórico, en especial a lo largo de la calle Michalská, que termina en la famosa Torre de San Miguel, y se ha hecho muy popular entre los extranjeros que acuden a Bratislava para celebrar despedidas de soltero o escapadas entre amigos.

Esta calle está a rebosar de restaurantes, bares y clubes nocturnos, muchos de los cuales también son frecuentados por la clientela local. Primi (Michalská, 19) o Casa del Havana (Michalská, 26), son algunos ejemplos para cenar algo y continuar con copas, buena música y diversión.

SÁBADO

Catedral de San Martín 10:00 horas

La más antigua y respetada catedral de Bratislava es la de San Martín, que fue construida a finales del siglo XIII siguiendo los cánones del gótico, fue consagrada en 1452 y es ilustre por haber sido lugar de coronación de los Reyes de Hungría entre los años de 1563 y 1830. Cada año, durante el mes de septiembre, se lleva a cabo una representación fidedigna de la ceremonia de coronación, pero si visitas la ciudad en otra época del año, es posible ver en su interior una réplica de la corona húngara, así como un delicado relieve de la Santa Trinidad.

Puente Nuevo – Novy Most 11:30 horas

Al igual que muchos otros puentes que cruzan el Danubio, el Puente Nuevo de Bratislava es uno que no pasa desapercibido. Construido en 1972 como parte de una nueva configuración urbanística y con una estética claramente soviética, el Puente Nuevo conecta el centro histórico de la ciudad con el barrio de Petrzalka, al otro lado del Danubio.

Descontando la dudosa cualidad estética de la estructura de hormigón y acero, el puente, con su peculiar restaurante-mirador en forma de platillo volador, se ha convertido en otro símbolo de la ciudad al que conviene subir para disfrutar de unas vistas espectaculares. El ascensor llega hasta la cima en tan sólo 45 segundos tras pagar la entrada de 6,50 euros y no es necesario consumir en el Restaurante UFO para disfrutar de las vistas.

Barrio de Petrzalka 13:00 horas

Para resolver la escasez de viviendas durante la década de 1960, se comenzó a edificar un gran complejo residencial en la orilla sur del Danubio, con una marcada estética soviético-socialista: grandes bloques de hormigón prefabricado y avenidas de gran longitud, un estilo cuyo objetivo era bajar la moral de sus residentes creando ambientes inhóspitos.

Este estilo, que se repite en muchas ciudades del ex bloque comunista, contribuyó a que se le denominara como el Bronx de Bratislava, en parte debido a los altos niveles de criminalidad. Tras atravesar distintos planes de rehabilitación de espacios públicos, el barrio se ha recuperado en este sentido y es habitado principalmente por familias jóvenes de clase media.

Teatro Nacional Eslovaco 16:00 horas

De vuelta al centro histórico, hacemos una parada en la céntrica calle Panská, donde hay numerosos sitios para comer. Uno muy recomendable es Venturska Klubovna (Venturska 1), para disfrutar de verdadera comida eslovaca a precios excelentes. Continuamos por el extenso paseo de Hviezdoslavovo námestie, una cocurrida avenida que nos lleva hasta la fachada del Teatro Nacional Eslovaco, el teatro profesional más antiguo de Eslovaquia.

El precioso edificio neo-renacentista, acoge representaciones de ópera y ballet y está reconocido por su gran calidad artística y lo asequible de sus precios. Puedes comprar entradas en su página web.

Puerta de San Miguel – Michalská brána 17:00 horas

Acto seguido, continuamos hacia la calle Michalská, para ir a buscar uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad vieja, la Puerta de San Miguel y el puente del mismo nombre, que hace referencia al famoso Puente de Carlos de Praga, aunque con dimensiones más modestas, elevado sobre un foso seco que alberga locales y restaurantes.

La Puerta de San Miguel es una de las puertas antiguas que se utilizaban para atravesar la ciudad amurallada. La estructura gótica del siglo XIV, consta de un cuerpo cuadrado coronado por una cúpula bulbosa con la figura del arcángel Miguel matando un un dragón. Desde sus cuatro plantas, donde en la actualidad se encuentra el Museo de la Ciudad, es posible observar el panorama de terrazas y pubs de la calle Michalská, donde se encuentra la marca del kilómetro 0 de Bratislava.

Iglesia Santísima Trinidad – Trinitársky kostol 18:00 horas

Aunque no tiene una fachada muy llamativa, aparte de su forma cóncava, la Iglesia barroca de la Santísima Trinidad de Bratislava tiene un interior muy decorado, inspirado en la Iglesia de San Pedro de Viena y tomando elementos del rococó, uno de los pocos ejemplares en Bratislava de este llamativo estilo.

Estatua Paparazzi – calle Laurinská

Como mencionamos anteriormente, Bratislava es escenario de las esculturas más curiosas y en este sentido, la imagen del Paparazzi es una de las más famosas de la ciudad. Apostado en una esquina de la calle Laurinská, en el centro histórico, se encuentra la figura de este atrevido paparazzi que irónicamente se ha convertido en uno de los puntos más fotografiados de Bratislava.

Cumil – Calle Rybárska brána y Panská

Un par de calles más abajo encontramos a otro de sus semejantes, pero esta vez se trata de la entrañable figura de Cumil, un simpático y cándido trabajador que se asoma desde una alcantarilla y que pareciera interactuar con todos los transeúntes. Es sin duda, otro de los símbolos de Bratislava.

A poco más de 500 metros, en la calle Zamocke Nº 36, se halla un restaurante muy recomendable para ir a cenar. Se trata del Zeleny Rodrigez, ubicado cercano a la zona del Castillo de Bratislava, ofrece platos tradicionales con toques húngaros e italianos a precios muy competitivos.

DOMINGO

Castillo de Bratislava – 10:00 horas

No hay un mayor símbolo en la capital eslovaca que el Castillo de Bratislava, el cual domina el panorama de la ciudad en lo alto de una colina sobre el Danubio. Dicha estructura data del siglo X y comenzó a formar parte del sistema defensivo de la ciudad tras la llegada de los húngaros, así como residencia real para varios monarcas.

Tras entrar en un período de decadencia y abandono durante los siglos XIX y XX, el castillo fue reformado y restaurado en 1950, adoptando el aspecto actual. En su interior alberga el Museo Nacional Eslovaco y sus alrededores se han convertido en un lugar de esparcimiento, ya que es un mirador natural que ofrece vistas de toda Bratislava y en días muy despejados, es posible ver parte del territorio austríaco.

Museo del Reloj – Calle Zidovska 1 – 11:30 horas

Muy cerca de la Catedral de San Martín se halla uno de los edificios más curiosos de Bratislava, que ha permanecido intacto y prácticamente inalterado desde su construcción. Se trata de la Casa del Buen Pastor, un edificio de estilo rococó construido entre 1760 y 1765, que en la actualidad alberga el Museo del Reloj. Aquí se exhiben preciosos ejemplares de todo tipo de relojes del siglo XVII al XIX por un módico precio de 2,30 euros la entrada.

Palacio Grasalkovicov – 12:30 horas

No podemos marcharnos de Bratislava sin antes visitar el Palacio Grasalkovicov , un palacio de verano ordenado por la Cámara Real Húngara en 1760 de estilo rococó para el uso de la emperatriz Maria Teresa y que fue sede de los más suntuosos encuentros de la aristocracia europea. En la actualidad, es la residencia oficial del presidente de la República Eslovaca. No olvides echarle un vistazo a los elegantes jardines de la parte trasera, los cuales están abiertos al público y constituyen un refugio verde en pleno centro de la ciudad.

EN BREVE – BRATISLAVA

Cómo llegar:
En avión: Madrid cuenta con vuelos directos a Bratislava con Ryanair, así como Barcelona (desde el Aeropuerto de Girona con Ryanair y Czech Airlines desde El Prat).
En tren: Apenas 60 kilómetros separan a Bratislava de Viena, por lo que es una buena alternativa volar a la ciudad austríaca y luego hacer un trayecto en tren que dura apenas una hora desde 15 euros el trayecto. Obtén tus billetes Viena-Bratislava en la web de ferrocarriles de Austria.

Dónde alojar:
Como toda ciudad pequeña, lo más conveniente es alojarse en el centro de Bratislava. La ciudad eslovaca cuenta con alojamientos de gran calidad para todos los bolsillos. El LOFT Hotel Bratislava a apenas 5 minutos del centro es una opción elegante, así como el nuevo y moderno Mercure Bratislava Centrum. Si buscas calidad a buenos precios, el Ibis Bratislava Centrum es ideal y para opciones más económicas, el Hostel Blues, ofrece un trato amable y buenas instalaciones en pleno centro. Hay muchos más hoteles en Bratislava en el buscador de Vuelos Baratos.

Más información en la página de Visit Bratislava.

Enlaces de interés:
Bratislava City Card. Ofrece descuentos a numerosos sitios de interés de la ciudad, así como a visitas guiadas, alquiler de bicicletas y otros establecimientos (cafés y restaurantes). Desde el 3 de noviembre de 2015, no incluye el transporte público (de manera temporal).

Museo de Historia de la Ciudad de Bratislava:
Castillo de Bratislava
Mirador del Puente Nuevo
Puerta de San Miguel
Museo del Reloj

Sobre El Autor

Arquitecto de profesión, soy un apasionado de los viajes, la fotografía y nuevas experiencias. Desde que comencé una nueva vida en Barcelona hace más de 10 años, he podido darle rienda suelta a estas aficiones y convertirlo en un modo de vida.He viajado por buena parte de Europa llegando a visitar Portugal, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Italia, Croacia, Francia, Letonia, Suecia, República Checa y Eslovaca, Austria y por supuesto España. También me dejado ver por la parte este de Canadá y Marruecos.Países que he recorrido extensamente son Venezuela y la costa este de los Estados Unidos, sitios que además fueron en su momento lugares de residencia. Uno de mis viajes más memorables fue sin duda el Transiberiano, recorrido que me llevó a conocer tres grandes países: Rusia, Mongolia y China.Mis experiencias viajeras y la visión de mi mundo la vuelco en mi blog El Arquitecto Viajero.

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