En una visita a Málaga, hay una serie de lugares que vale la pena conocer. Además de recorrer las calles de su casco antiguo, algunos de los sitios que bien merecen una visita son la Alcazaba, la Catedral y su Museo, el Teatro Romano, el renovado Puerto, museos como el Picasso y el Thyssen o el Castillo de Gibralfaro. Sin embargo, a la hora de acercarnos a una ciudad y su cultura, una de las cuestiones importantes es la que se refiere a la gastronomía. En el caso malagueño, si pensamos en la gastronomía típica es imposible que dejemos de lado el “pescaíto” y, para centrarnos aún más, al que constituye la estrella en los platos de Málaga: el boquerón.

No en vano, este pescado les ha ganado su apodo a los propios habitantes de la ciudad, que con orgullo se llaman boquerones. Y es que, si bien este pequeño pez es abundante en todo el Mediterráneo y otras aguas, aquí ha conseguido especial protagonismo y los boquerones en sus distintas preparaciones son un plato que no puede faltar en un bar o restaurante que presuma de comida típica malagueña. De hecho, la bahía malagueña cuenta con una especie propia, de tamaño un poco menor, que recibe el nombre de “boquerón victoriano” debido a la temporada del año en la cual el pez está en el mejor momento (en septiembre, cuando se celebra el día de la Virgen de la Victoria).

El boquerón en la capital de la Costa del Sol se come de diversas formas. Una de ellas es el boquerón frito, cuando se sirve el pescado entero enharinado y frito, sin más condimento que la sal. La forma tradicional de servirlos es en manojitos de cuatro o cinco de ellos unidos por la cola. También se pueden preparar al limón, en este caso abiertos por la mitad quitándoles la espina central y también fritos. La otra variante popular alternativa a la fritura son los boquerones en vinagre, preparados con perejil fresco, ajo bien picado y un buen aceite de oliva.

Aquí mencionaremos algunos de los sitios donde poder probar buenos boquerones en Málaga:

Restaurante El Tintero II

Este lugar situado en la Playa de El Palo (Playa del dedo s/n) tiene un reconocimiento especial entre los sitios para comer “pescaíto frito” en la capital malagueña. Aquí podremos probar los boquerones fritos clásicos y al Tintero, junto a una carta que incluye variados pescados fritos, a la brasa y mariscos. Lo que hace de este restaurante un lugar especial es que aquí el pescado se ”subasta”, es decir, que los camareros van pasando anunciando los platos ante las mesas y los comensales van levantando la mano para que les sean “adjudicados”. Al final de la comida, un camarero les cobrará las raciones según los platos que tengan en la mesa (la de boquerones la pagaremos 6 euros). Abre todos los días tanto al mediodía como por la noche, aunque fuera del verano el esquema de las subastas se hace sólo durante el día (no para las cenas).

La Campana

Es un pequeño bar que queda en pleno centro histórico de la ciudad (calle Granada, 35), muy cerca del Museo Picasso. Si bien ahora se ha convertido en un sitio más turístico, dejando atrás a la típica tasca con sus barriles de vino, conserva una buena cocina típica malagueña donde poder comer marisco y pescaíto frito a buenos precios (6,20 euros la ración y 4,50 euros la media ración de boquerones). Tienen raciones, medias raciones y tapas. Como el lugar es pequeño y se llena, puede que haya que esperar pero podréis ir picando unos boquerones en vinagre en la barra con un vino dulce o una cervecita. Y haciendo honor al nombre del bar, que no os extrañe si escucháis una campana mientras estáis comiendo: la hacen sonar cada vez que alguien deja una propina. Abre todos los días excepto el domingo por la tarde.

Cafetería-Bar Mercado de El Carmen

Es la cafetería del Mercado de El Carmen, situado a en el barrio de El Perchel, cerca de la Estación del AVE (Pasaje de la Serna, 2). Este mercado histórico renovado en 2010 ofrece a sus clientes pescado fresco traído directamente del puerto malagueño. Y no es de extrañar entonces que en el bar situado allí mismo el pescado que se ofrece sea fresco y de buena calidad. Eso sí, en este caso no será una propuesta dirigida a los amantes del vino, que no tendrán mucha oferta. Pero si de lo que se trata es de boquerones, pueden encontrarlos aquí en vinagre, fritos o a la plancha (7 euros la ración y 4 euros la media ración). Por otro lado, si hace buen tiempo pueden disfrutar de la terraza que da a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Abre en horario del mercado, de lunes a sábados al mediodía, aunque los viernes y sábados lo encontraremos abierto también por la noche.

La Catedral del Pescaíto

En pleno centro histórico (Calle Duque de la Victoria, 3) se encuentra este bar de ambiente familiar y decoración peculiar dedicada a estrellas del cine. A diferencia de otros de los más conocidos lugares para comer “pescaíto” en la capital malagueña, este lugar reúne especialmente un público local. Ofrece pescado y marisco fresco, con lo cual podremos acompañar los boquerones fritos de otras propuestas como unas navajas, bacalao, mejillones o pulpo, entre otras tapas y raciones. Una buena opción para quienes quieran “picotear” una cocina de buena calidad, con precios razonables y buen ambiente.

La Farola de Orellana

El mítico bar de tapas El Orellana cerró el pasado año después de una historia de 75 años que lo habían situado entre los bares malagueños por excelencia. Sin embargo, poco tiempo después reabrió como La Farola de Orellana y su nuevo dueño ha querido mantener el espíritu y la oferta de cocina de siempre. Por tanto, podemos seguir yendo a este bar en pleno corazón de Málaga (calle Moreno Monroy, 5) a pedirnos unos boquerones fritos (5 euros la ración) acompañados de otras tapas típicas de la región, con un buen vino o una caña. Cierra los domingos por la noche y los lunes.

Bar-Restaurante Lo Güeno

Este bar “de toda la vida” lleva sirviendo tapas desde 1967, en pleno centro de la ciudad C/ Marín García, 9). Es, sin duda, uno de los bares más populares de la capital malagueña, que mantiene la esencia de la típica bodega y con precios razonables. Entre su amplia carta de platos tradicionales andaluces, podemos encontrar boquerones fritos y boquerones frescos en vinagre (9 euros la ración). A pesar de que su carta es de una gran variedad, es la tapa lo que ha hecho de este bar un lugar reconocido, así como su bodega de vinos malagueños. Tiene terraza para disfrutar al aire libre los días de buen tiempo. Abre todos los días de lunes a domingos.

Restaurante Casa Juan

Este es otro de los emblemas de la ciudad en lo que se refiere a gastronomía, en este caso situado en la zona de Huelín (calle Rocío, 18) y a pocos metros de la playa. Son especialistas en el pescado y marisco típicos de la Bahía de Málaga, ofreciendo a los clientes un ambiente acogedor. Sirven los boquerones victorianos fritos al modo tradicional, o abiertos al limón (a 7,20 euros la ración). Puede ser una buena opción para ir con niños, ya que tiene una gran terraza y está frente a un parque con juegos infantiles. Casa Juan abre todos los días excepto los lunes.

Restaurante Los Mellizos

Este lugar ubicado en el corazón malagueño (calle Sancha de Lara, 7) es uno de los lugares de referencia para probar arroces y “pescaíto” frito. Tiene una sala de restaurante de decoración elegante, así como una zona de tapeo. Aquí podremos pedir unos boquerones en vinagre de entrada, así como boquerones fritos al modo tradicional y al limón (9,80 euros la ración). Abre todos los días tanto al mediodía como por la noche.

Restaurante Los cuñao

Este chiringuito se encuentra en el paseo marítimo de Pedregalejo, a unos 20 minutos en coche del centro de la capital malagueña. Es una opción ideal para el verano, pensada para quienes vayan en coche y tengan ganas de salirse un poco del centro. Es uno de los más populares de esta zona este de Málaga, pues está justo en la playa y ofrece buen pescado de la región a buenos precios. Una de las recomendaciones entre las opciones que se ofrecen en su carta son los boquerones al limón. Los espetos de sardina (a 2 euros) son otro clásico del chiringuito. Conviene llegar temprano (antes de las 13:30) ya que suele ser difícil encontrar aparcamiento en la zona.

Bodega-Bar El Pimpi

Esta bodega situada en un antiguo caserón del siglo XVIII constituye todo un símbolo de Málaga. Ubicado en pleno corazón de la ciudad (calle Granada, 62), es conocido por la gran cantidad de personalidades famosas que por allí han pasado y dejado su huella desde su apertura en 1971. Y es que en el interior del local destacan las fotos y las barricas de vino firmadas por nombres que van desde la Duquesa de Alba hasta Antonio Banderas, pasando por un sinfín de personalidades reconocidas del mundo de la cultura y la política. Además, tiene un agradable patio de entrada y terraza con vista privilegiada del Teatro Romano y la Alcazaba.

Tiene una carta realmente muy amplia de comidas y repostería, así como una variada bodega de vinos malagueños y de otras denominaciones. En cuanto a los boquerones, los sirven fritos en su receta tradicional y ofrecen una variante que es el Boquerón Alcazaba con especias, condimentado con cilantro y ajo (a 10 euros la ración). El Pimpi está abierto todos los días a partir de las 10 de la mañana.

Sobre El Autor

Nací en Buenos Aires pero llevo la mitad de mi vida en Andalucía, primero en la provincia de Málaga y luego en Granada, donde estudié Sociología. Haciendo escapadas cada vez que tengo la oportunidad, he pisado ya muchos rincones de España. A lo largo de los últimos años conocí bastantes ciudades de Italia, especialmente del norte, y he viajado por varios países de Europa occidental: Portugal, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda, tocando los límites del continente en Estambul pero sin pasar aún para el lado de Asia. En cuanto a Sudamérica, tuve la oportunidad de conocer el norte de Argentina y algunos puntos de Bolivia y de Uruguay. Mi viaje más reciente y el más largo hasta el momento fue a Brasil, donde pasé más de un año entre idas y vueltas, conociendo y encantándome con varios de sus lugares.

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