Cluj-Napoca es una de las ciudades más importantes de Rumania. Con sus 318.000 habitantes, y al noroeste del país, es atravesada por el río Someş. Los vuelos a Cluj-Napoca llegan a su aeropuerto internacional, ubicado a 6 Km. de la ciudad, también llamado Someseni, es el más importante del noroeste de Rumania. Opera con vuelos nacionales y algunos destinos internacionales europeos, entre vuelos regulares y charters, pero también se puede llegar por ferrocarril, mediante los trenes internacionales que llegan desde Budapest.
La importancia cultural y universitaria de esta ciudad la ha convertido en un gran centro de atracción y una verdadera ciudad educativa, ya que tiene el mayor porcentaje de población estudiantil de toda Rumania. Las formas más interesantes de recorrer esta ciudad multicultural, de fuerte acento húngaro, sobre todo en su arquitectura, es a pie o en autobús. Este nos llevará a la Plaza Central, con sus edificios de los siglos XVIII y XIX presidida por la iglesia gótica de Sfantul Mihai (San Miguel) y sus magníficos murales, La Plaza Unirea y su palacio barroco de Banffy, que alberga colecciones de arte y armas rumana, o al Museo Etnográfico de Transilvania con una interesante muestra de arquitectura popular. Otros lugares para visitar son el Monasterio de los Franciscanos, la catedral Ortodoxa y el Baluarte de los Sastres y sus antiguas murallas defensivas.
Para los que gustan de caminar por la ciudad, se puede recorrer el barrio universitario, el Mercado húngaro y el Mercado Rumano. En cuanto a turismo cultural, una noche en la Opera o un concierto clásico de música de la Cluj Filarmónica son la opción ideal. Si prefieren el contacto con la naturaleza, sin salir de la ciudad se puede visitar el Jardín Botánico, el más complejo de sudeste europeo y el más grande, y que ocupa 14 km2.
Saliendo de la ciudad tenemos el bello paisaje de los Cárpatos: el desfiladero Turzii, con paredes de piedra calcárea de 200-300 metros de altura, las Montañas de Apuseni, el área de Macizo de Vladeasa, la región de Gilau, Lagos de Tarnita Belis Fantanele, Padis y Cetatile Ponorului y sus mágicas cuevas.
Para los deportistas, muchos de estos lugares permiten el parapente, bicicleta de montaña, deportes náuticos, alpinismo y deportes de invierno.
En cuento al alojamiento existe una amplia oferta para todos los gustos y presupuestos: desde un hotel con balneario propio hasta los más sencillos y económicos. En cuanto a restaurantes los hay de todos los niveles, pero vale la pena buscar alguno pequeño y alejado del centro para probar sus platos tradicionales: “ciorba (sopa ácida de verduras y carne)” “sarmale (rollitos de carne de cerdo en hojas de col)” y de postre “papanasi (donas de queso cottage, con crema y frutas glaseadas)”.
Lo que no podía faltar en la capital histórica de Transilvania son las huellas del Conde Drácula: en Cluj Napoca nació el rey Mattias Corvin. Se puede visitar su casa natal. Este rey fue quien encerró a Vlad Tepes, el archifamoso y temido Conde Drácula, creyendo que se iba a aliar con los turcos en su contra. Sería imposible enumerar aquí todas las versiones cinematográficas de la historia del famoso príncipe de los vampiros, aunque mirando bien, nos podríamos quedar con las de Murneau y Coppola, clásica y moderna respectivamente, ambas disponibles en DVD en alguno de los portales especializados de cine en Internet.
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