Durante la temporada de invierno en las Islas Baleares, la cantidad de turismo se reduce de forma considerable, ya que es un destino especialmente popular durante el verano, que es cuando se puede aprovechar mejor el clima para conocer sus magníficas playas y calas. Es por este motivo que el Aeropuerto de Menorca cierra parte de sus instalaciones durante dicha época. Con el comienzo de la temporada de verano, el aeródromo menorquín ha reabierto la zona Sur de su terminal, para poder hacer frente al incremento del tráfico esperado para el periodo estival.

Como habíamos mencionado en una ocasión anterior, este aeropuerto ha puesto en marcha una serie de iniciativas orientadas al ahorro energético. Pues el cierre de parte de la terminal en la época de menor tráfico de pasajeros (la zona Sur, en este caso) es otra de las medidas que permiten reducir los recursos energéticos consumidos por estas instalaciones sin que ello suponga un retroceso en la calidad de los servicios ofrecidos a los viajeros.

Desde el pasado 26 de marzo ya están funcionando todas las puertas de embarque y cintas de recogida de equipaje de las que dispone el aeródromo menorquín. Sin embargo, habrá que esperar hasta finales de abril para que entren en funcionamiento la totalidad de los mostradores que componen el área de facturación, que suman un total de 42, pues hasta ahora aquéllos de la zona sur permanecen cerrados desde la anterior temporada estival.

El diseño del Aeropuerto de Menorca está pensado para poder dar respuesta de forma eficiente a las fuertes variaciones en el tráfico entre temporadas, de manera que puede adaptar su capacidad sin problemas. El hecho de que esta característica se haya tenido en consideración se debe a que es un factor fundamental que caracteriza su tráfico anual, que se concentra especialmente durante la temporada estival. Al ser un destino turístico de verano, en esta época es cuando se concentra el 80 % de la cantidad de vuelos operados a lo largo del año entero.

Sobre El Autor

Nací en Buenos Aires pero llevo la mitad de mi vida en Andalucía, primero en la provincia de Málaga y luego en Granada, donde estudié Sociología. Haciendo escapadas cada vez que tengo la oportunidad, he pisado ya muchos rincones de España. A lo largo de los últimos años conocí bastantes ciudades de Italia, especialmente del norte, y he viajado por varios países de Europa occidental: Portugal, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda, tocando los límites del continente en Estambul pero sin pasar aún para el lado de Asia. En cuanto a Sudamérica, tuve la oportunidad de conocer el norte de Argentina y algunos puntos de Bolivia y de Uruguay. Mi viaje más reciente y el más largo hasta el momento fue a Brasil, donde pasé más de un año entre idas y vueltas, conociendo y encantándome con varios de sus lugares.

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