Hace un tiempo el Aeropuerto de Menorca fue noticia por implantar un nuevo sistema de ventilación que permitirá un gran ahorro energético a estas instalaciones aeroportuarias. Pues en esta ocasión es el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol el que tiene algo de lo que hablar al respecto de su consumo energético. Pues, gracias a la puesta en marcha de una serie de medidas orientadas a la eficiencia energética, el aeropuerto ha conseguido reducir considerablemente su consumo.

En concreto, se ha logrado un ahorro de 23 millones de kilovatios/hora a lo largo de los últimos tres años. Esto supone una reducción del impacto ambiental similar a la de la emisión de CO2 producida por unos 73.000 vehículos de gasolina en el trayecto entre las ciudades de Málaga y Madrid. Según indican las estadísticas elaboradas por el Instituto de Diversificación Energética (IDAE), que depende del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la cantidad de energía que se ha ahorrado en el aeropuerto malagueño entre 2012 y 2014 es equivalente al gasto energético de 2.210 hogares tipo a lo largo de un año.

Estas medidas impulsadas por Aena en torno al ahorro energético se traducen no solamente en una reducción del impacto ambiental en el funcionamiento de estas instalaciones, sino que significa asimismo una reducción notable del gasto. Así, a lo largo de los tres últimos años, esta disminución del gasto de energía ha supuesto asimismo una contracción del gasto en unos 2.550.000 euros.

Para que este ahorro en el consumo del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol fuese una realidad, ha sido necesaria la puesta en funcionamiento de nuevas tecnologías, así como la generación de una mayor consciencia entre el colectivo implicado en estos aspectos, de forma que se llevara a cabo un control y seguimiento de las medidas puestas en marcha.

Como parte de la batería de iniciativas impulsadas para reducir el consumo en el aeródromo malagueño se encuentran medidas básicas como procedimientos de ventilación natural o el apagado de las luces en las pistas de vuelo y rodaduras en aquéllos horarios en los cuales no se operen vuelos (en horario nocturno). Otra de las medidas que han contribuido al ahorro energético es que los equipos de iluminación instalados en las terminales e instalaciones principales han sido sustituidos por unidades LED de bajo consumo, que utilizan la energía de forma más eficiente y, por tanto, ambientalmente más sostenible.

Por otro lado, se centran en el ajuste en los niveles de iluminación y climatización dependiendo de la utilización y de la actividad registrada en las distintas zonas del aeropuerto, con regulaciones en los aparatos de climatización y tratamiento de aire. En los túneles y aparcamientos también se han realizado ajustes en su iluminación. De esta forma no se estará desaprovechando energía en aquellas zonas que estén menos utilizadas.

Con el fin de que garantizar el ahorro efectivo, en el Aeropuerto de Málaga se ha venido desarrollando una fuerte vigilancia en el funcionamiento de los equipos y las instalaciones, de forma que si surgen desviaciones en dicho funcionamiento se puedan detectar rápidamente y tomar las medidas necesarias para corregirlas.

La apuesta de Aena por el ahorro de energía en su funcionamiento supone no solamente una disminución del gasto, que puede entonces ser destinado a otros fines, sino también un voto a favor de una gestión más sostenible desde el punto de vista ambiental.

Sobre El Autor

Nací en Buenos Aires pero llevo la mitad de mi vida en Andalucía, primero en la provincia de Málaga y luego en Granada, donde estudié Sociología. Haciendo escapadas cada vez que tengo la oportunidad, he pisado ya muchos rincones de España. A lo largo de los últimos años conocí bastantes ciudades de Italia, especialmente del norte, y he viajado por varios países de Europa occidental: Portugal, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica y Holanda, tocando los límites del continente en Estambul pero sin pasar aún para el lado de Asia. En cuanto a Sudamérica, tuve la oportunidad de conocer el norte de Argentina y algunos puntos de Bolivia y de Uruguay. Mi viaje más reciente y el más largo hasta el momento fue a Brasil, donde pasé más de un año entre idas y vueltas, conociendo y encantándome con varios de sus lugares.

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