Probablemente no haya estereotipo más apropiado para simbolizar unas vacaciones exóticas que la imagen de una isla tropical, con su playa de arena inmaculada, un mar tranquilo de color turquesa y algunas palmeras cerca de la orilla, acaso con una hamaca colgando entre sus troncos curvados. Y, si hacemos un picado desde el aire, ver que se trata de una isla virgen, uno de esos paraísos perdidos por el mundo a la espera de ser descubiertos.

La verdad es que quedan pocos de ésos. Pero islas… Islas hay para dar y tomar. Pedazos de tierra en medio del océano que hacen entrar en ebullición nuestra imaginación y nos invitan, nos seducen como cantos de sirena, para que les hagamos una visita.

Resulta muy difícil seleccionar sólo quince por tener un encanto especial, ya que se pueden contar por cientos las que entrarían en tal categoría. Pero, haciendo un esfuerzo y procurando representar en la lista a la mayor parte de los continentes, ésta podría ser nuestra propuesta. Para el ámbito mundial, excluyendo Europa, a la que dedicaremos un post aparte.

1. PASCUA, Chile

Inevitable empezar por una de las islas más carismáticas que existen, aún cuando se halla en medio de la nada, a 3.219 kilómetros de tierra firme de la costa de Chile, país al que pertenece. Llamada originalmente Rapa Nui, es lo que queda de un antiguo volcán apagado y está protegida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Antes de la llegada de navegantes europeos en el siglo XVIII, los polinesios la habían colonizado hacia el siglo V a.C. y dejaron, como testimonio de su civilización los moais, las gigantescas cabezas de piedra que constituyen su imagen iconográfica por excelencia. Hay casi un millar, todas hechas de toba volcánica con unas herramientas rudimentarias de basalto y madera que, a la postre, supusieron la deforestación de la isla y el agotamiento de sus recursos naturales. Lo que le quitaron antaño, se lo devuelven hoy a través del turismo.

2. ISLAS DE LA COSTA ESTE, EEUU

Si en España tenemos sitios vacacionales de referencia como la Costa Brava, la Costa del Sol, etc, en EEUU tienen la Costa Este: los Hamptons, Gold Coast, Nantucket, Martha’s Vineyard, Rhode Island…

Long Island, por ejemplo, es una alargada isla de 190 x 37 kilómetros a la que acuden muchos neoyorquinos en busca de solaz estival (se puede llegar por tierra). Es donde se sitúa la trama de la película Tiburón, aunque en realidad se rodó en otra isla, Martha’s Vineyard, situada en Massachussets, la cual fue un importante centro ballenero durante muchos años.

En eso se parecía a la vecina Nantucket, famosa por ser donde comienza la novela Moby Dick. Actualmente, es el lugar donde muchos norteamericanos pudientes tienen una segunda vivienda para las vacaciones

Playa, Martha’s Vineyard,

3. FUNAFUTI, TUVALU

Tres islas y seis atolones que en total apenas no suman más de 26 kilómetros cuadrados forman este pequeño país de Oceanía diseminado por el Pacífico y carente de recursos naturales que, por desgracia, está amenazado de muerte por el aumento del nivel del mar que traería el cambio climático, ya que apenas se eleva 5 metros sobre la superficie.

Doble motivo para conocerlo cuanto antes: aparte, está su belleza natural y su carácter casi virgen, puesto que lo apartado del lugar y la escasez de agua potable y de espacio, hacen que el turismo sea muy escaso y centrado en el atolón de Funafuti, la capital. Y eso que hay lo que podríamos llamar patrimonio histórico: restos de aviones y barcos de la Segunda Guerra Mundial.

Las tres islas son Nanumanga, Niulakita y Niutao, mientras que los atolones -capital al margen- se llaman Nanumea, Nui, Nukufetau, Nukulaele y Vasafua. Hay otros islotes más pequeños y arrecifes coralinos.

4. ST. MAARTEN, PAÍSES BAJOS/FRANCIA

La isla caribeña de San Martín se divide en dos mitades, una integrada en los Países Bajos (aunque independiente) y la otra perteneciente a Francia. Un mestizaje curioso porque hay que añadir el pasado español (Colón la descubrió y la bautizó) y la aportación humana africana, nada de lo cual impide que uno se pueda mover en libertad de un lado a otro.

Lugar de vacaciones de alto standing donde no se pagan impuestos, es una parada habitual para los cruceros que zarpan del sur de EEUU. Pero no son los buques lo que realmente llama la atención en St. Maarten sino los aviones: el Aeropuerto internacional Reina Juliana está al borde del mar y los aterrizajes deben hacerse descendiendo por encima de la playa, lo que constituye un auténtico espectáculo para los bañistas.

Aterrizaje en St. Maarten

5. COZUMEL, MÉXICO

Gran isla situada a una veintena de kilómetros de la península del Yucatán, muy cerca de esa potente zona vacacional mexicana que es Cancún, desde donde abundan las excursiones para verla ¿Por qué? Por su extraordinaria combinación de atractivos turísticos típicos (playas, gastronomía, naturaleza) y monumentales (ruinas mayas).

Cozumel entra en la Historia conocida cuando Hernán Cortés desembarca allí como primer paso de su aventura en la conquista del imperio mexica. Hablamos del año 1519 y, por entonces, aún quedaban mayas; ellos nos legaron yacimientos arqueológicos como el de San Gervasio (en honor a la diosa IxChel), entre otros.

Pero la visita permite descubrir también otros rincones apasionantes, como la Reserva Ecológica de Punta Celarain (tortugas de mar, cocodrilos, iguanas…), el asombroso arrecife interior de la laguna Chankanaab, la zona de submarinismo de Palancar, varios cenotes, etc.

 

 

cozumel

Cozumel Beach Imagen: Mangrove Mike CC BY 20 Algunos derechos reservados

6. BOCAS DEL TORO, PANAMÁ

En este caso, el nombre Bocas del Toro no alude a una única isla sino a un archipiélago descubierto por Colón en su último viaje, en 1502. Ya estaba habitado pero, actualmente, su población, de claro componente negro, es descendiente de los trabajadores llevados allí para el negocio de las bananas y el cacao, tal cual pasa por casi toda esa zona caribeña.

La isla principal lleva el nombre del almirante y tiene una encantadora arquitectura colonial de madera pintada en tonos pastel en la que abundan los establecimientos turísticos, pese a que no ha llegado aún la masificación. Desde la capital, Bocas Town, sale multitud de excursiones en lancha a otros puntos destacados de la isla, con mención especial para la mágica Playa de las Estrellas, llamada así por la cantidad de estrellas de mar que se pueden ver en sus cristalinas aguas.

Otro sitio excepcional es la isla Cristóbal, donde está la Bahía de los Delfines; una cerrada ensenada de aguas muy tranquilas donde viven delfines y es posible la maravillosa experiencia de navegar entre ellos antes de desplazarse un poco más allá, a Cayo Coral, a practicar snorkel y comer en uno de sus restaurantes palafito.


7. KOMODO, INDONESIA

¿Hay algo más sugestivo que una isla donde viven dragones? Komodo, un volcánico rincón de Indonesia, es conocido por unos singulares lagartos gigantes, los más grandes del mundo, que atraen -quién lo hubiera pensado en otros tiempos- a montones de turistas.

Tres metros de la cabeza a la cola, son razón suficiente para contratar las visitas guiadas por la isla y, con algo de suerte, verlo alimentarse en vivo. Porque los dragones, especie superviviente de tiempos prehistóricos, son carnívoros y devoran a sus piezas ayudándose de una boca altamente venenosa.

No es el único atractivo de Komodo, ojo, pues no está exenta de otras maravillas naturales comunes a la región: corales, tiburones… Por todo ello forma parte del Patrimonio de la Humanidad.

 

8. LOS CAYOS de FLORIDA, ESTADOS UNIDOS

Citamos los de Florida como podríamos hacer con los de Cuba, por ejemplo, ya que los cayos son una singularidad geomorfológica del Caribe: islas de pequeño tamaño formadas a partir de arrecifes de coral. En Florida hay nada menos que 1.700 que forman una especie de arqueada barrera entre dicho mar y las aguas abiertas del océano Atlántico.

Paraíso de piratas siglos atrás, en la actualidad son un espléndido destino turístico que aprovecha las playas de arena fina que se forman en su poco elevada superficie y la riqueza natural de sus fondos marinos (delfines, manatíes…). Facilita mucho las cosas la Overseas, una autopista que es una prolongación de la US Highway y los une salvando las distancias sobre las olas mediante puentes.

El más frecuentado es Key West (Cayo Hueso), en parte popularizado por el escritor Ernest Hemingway, que tenía una casa allí (y hoy es un museo). Además es un destino de referencia para el mundo homosexual, que tiene una importante comunidad local.

9. LAMU, KENIA

Lamu es el nombre de la isla más grande del archipiélago homónimo que se encuentra en el océano Índico, frente a la costa del país al que pertenece, Kenia. Es un sitio perfectamente representativo de la cultura swahili, esa peculiar síntesis de elementos indígenas negros y árabes.

La capital, Lamu Town, fundada en el siglo XIV, es una maravilla arquitectónica hecha a base de pequeños edificios de estuco -muchas anteriores cronológicamente- que se agolpan entre sí para formar un laberinto de calles muy estrechas, con la finalidad de proporcionar sombra al peatón,,, y a los burros, pues se dice que en Lamu superan en número a los humanos

Varias mezquitas y un fortín que hoy sirve de museo local (y de guarida a una colonia de murciélagos) son sus principales atractivos. También el puerto, donde los dhows, embarcaciones tradicionales de madera y vela triangular, ofrecen excursiones fluviales como alternativa a la enorme playa de Shela, frente a la que muchas celebrities han comprado casa.

Lamu Town on Lamu Island in Kenya.

La fachada de Lamu Town desde el mar – ©depositphotos.com/Byelikova

10. ISLAS GALÁPAGOS, ECUADOR

Este archipiélago ecuatoriano de origen volcánico sirvió de escenario perfecto para que, en 1835, Charles Darwin desarrollara los estudios que luego le permitieron publicar El origen de las especies. Lo logró analizando la fauna local, especialmente a los pinzones, las iguanas y las enormes (y longevas) tortugas que dan nombre al lugar.

Actualmente, es el turismo el principal beneficiario de las 13 islas grandes, 6 pequeñas y 107 islotes que componen el conjunto, el cual está protegido como Patrimonio de la Humanidad desde 1978. Los territorios insulares de mayor tamaño son San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela, pero esta última, al igual que Fernandina, aún está en proceso geológico de formación.

Un paraíso para los amantes de la naturaleza y la fauna en libertad (incluyendo la acuática, pues los leones marinos son otro de sus atractivos) que es obligatorio visitar con guía.

11. KIRITIMATI, ISLAS KIRIBATI

El famoso marino James Cook descubrió esta isla en 1777, bautizándola con el nombre de Christmas (Navidad) por ser un 24 de diciembre. Se trata de un colosal atolón de coral (¡640 kilómetros cuadrados!), el más grande del mundo, que acoge 5 localidades de nombre, como mínimo, curioso: Londres, Polonia, París, Banana y Tabwakea.

Todos ellos viven fundamentalmente del comercio de copra, que es la pulpa seca del coco, aunque también son mercancía los cocos enteros, las algas e incluso los peces tropicales. La distancia de Kiritimati a otros lugares más poblados y la escasez de comodidades (electricidad, agua corriente…) hacen que el turismo no sea una opción importante, al menos por ahora.

Lo cual es una lástima porque el paisaje es espléndido y las playas espectaculares. La mejor posibilidad de visitar este atolón es en crucero.Mejor aún si es en Nochevieja porque es el primer lugar habitado de la Tierra que celebra el Año Nuevo.

12. PHUKET, TAILANDIA

No podía faltar una de las islas más populares del mundo turístico, la tailandesa Phuket, que es la más grande del país. Ubicada en la costa occidental, en el mar de Andamán, son 540 kilómetros cuadrados montañosos y selváticos pero dotados de unas playas bellísimas como la de Patong, Kata, Katong, Bang Tao o Nai Harn.

Dichas playas fueron protagonistas de la prensa mundial en 2004, cuando un demoledor maremoto arrasó sus complejos hoteleros y los pueblos del litoral, hoy devueltos a la normalidad tras una febril tarea de reconstrucción. Y es que los humanos no renuncian a disfrutar de ese pequeño paraíso donde es posible tomar el sol, bañarse, practicar submarinismo, navegar y, en resumen, escapar de su vida cotidiana por unos días.

Phuket

La idílica Phuket – ©depositphotos.com/Observer

13. BOHOL, FILIPINAS

Bohol, décima isla de Filipinas en tamaño y parte de integrante de las Bisayas Centrales, con capital en Tagbilaran, está encajada entre los territorios insulares de Cebú, Leyte y Mindanao.

Suele aparecer retratada en los catálogos de viajes por sus espectaculares Colinas de Chocolate. Son una más de un millar de cerros cónicos de roca caliza y tapizados de verde vegetación (en verano se queda marrón, de ahí la denominación) que constituyen el icono de referencia habitual para atraer al viajero. De hecho, están dentro del Patrimonio de la Humanidad e incluso aparecen representados en la bandera provincial.

No son, sin embargo, el único atractivo porque habría que sumar playas, grutas, cataratas, bosques (donde vive ese mono de grandes ojos y superviviente de la Prehistoria que es el tarsero) y el interés añadido para nosotros de que, hasta el siglo XIX, Bohol fuera una posesión española.

Bohol

Las colinas de Chocolate de Bohol – ©depositphotos.com/sunsinger

14. SOCOTRA, YEMEN

Justo en el cuerno de África, en aguas africanas del océano Índico (aunque pertenezca a Yemen), se encuentra un archipiélago formado por 4 islas y algunos islotes que recibe el nombre de Socotra o Socotora, en otros tiempos conocido como Islas de San Gustav.

La isla principal, Socotra, tiene su origen geológico en un desgajamiento del continente, razón por la cual ha desarrollado un ecosistema propio, autóctono, protegido precisamente gracias a ese aislamiento, reforzado además por la adversidad de los elementos naturales.

Hablando de Naturaleza, ésta ha sido pródiga en ese pedazo de tierra de 130 x 35 kilómetros, dotándolo de un clima tropical-desértico que ha permitido el crecimiento de unas 700 especies únicas, tanto animales como vegetales. Así, el ecoturismo manda en Socotra, que además fue incorporada al Patrimonio de la Humanidad en 2008.

Socotra

Los dragos de Socotra, todo un icono – ©depositphotos.com/irinabal18

15. ISLAS MALDIVAS, MALDIVAS

Maldivas es otro ejemplo de extraño país compuesto por atolones, en este caso 26, con un millar y cuarto de islotes. De ellos, sólo dos centenares están habitados, siendo la capital Malé el más poblado. Se trata del país de menor altura del mundo (2,3 metros), con lo que, al igual que vimos antes, también corre peligro de quedar sumergido si asciende el nivel de los mares.

Como cabe suponer, Maldivas vive del turismo; parece difícil encontrar un rincón del planeta más propicio para unas vacaciones de relax total, con sus hoteles palafito de madera, sus aguas turquesa, sus blancas arenas… Un paraíso para quien busque desconectar y, si acaso, disfrutar del fondo marino, de gran visibilidad. No extraña que las portadas de los catálogos de lunas de miel suelan ser imágenes maldivas.

Maldivas

Las Maldivas, estampa clásica paradisíaca – ©depositphotos.com/romrodinka

Sobre El Autor

Nacido en Oviedo (Asturias), soy historiador de formación y bloguero profesional desde 2009, con atención especial a viajes y turismo. Me gusta conocer otros lugares, bien todo el país, bien centrándome en alguna ciudad. He hecho la casi preceptiva visita a naciones de nuestro entorno europeo, como Portugal, Francia, Italia, Inglaterra, Escocia, República Checa, Rumanía y Grecia, en busca de esa identidad continental común.En el entorno mediterráneo tuve ocasión de hacer realidad un viejo sueño y recorrer Egipto en lo que fue mi primer periplo exótico. Luego siguieron otros igualmente fascinantes como Jordania y Marruecos. También salté el charco para descubrir el Nuevo Mundo, desde México a Bolivia pasando por Costa Rica, Panamá, Colombia y Perú, donde me sentí como en casa.Finalmente, también pude cumplir otro anhelo al viajar a África para ver in situ esos rincones que me fascinaban desde niño por los relatos y películas de exploradores: Kenia y el legado de Karen Blixen, Uganda y las fuentes del Nilo, Ruanda y los gorilas de montaña, el Serengueti o el Cráter del Ngorongoro en Tanzania...Extasiarse ante belleza impactante de la Capilla Sixtina, atisbar el Tesoro de Petra asomando por la abertura del cañón del Sij, sentirse abrumado por los colosos de Ramsés II en Abu Simbel o las pirámides de Giza, escuchar la potencia ensordecedora de las cataratas Murchinson, ver salir el sol desde lo alto del Sinaí o de Machu Picchu, cabalgar por la ribera del Nilo, caminar por la grandiosidad enigmática de Teotihuacán, despertarse al amanecer con el rugido de un león en la sabana, fotografiarse ante la inmensidad blanca del Salar de Uyuni, deambular por el Whitechapel de Jack el Destripador, contemplar París desde lo alto de la Torre Eiffel, navegar por el lago Ness...Todo ello -y lo muchísimo más que aún haya de venir- trato de plasmarlo en imágenes y palabras a través de mi blog El Viajero Incidental y Viajeros de La Brújula Verde.

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