Comprender la magnitud e importancia histórica que tiene la ciudad de Roma creo que es una tarea imposible hasta que no se pone un pie en ella. Estamos ante la primera metrópolis que conoció la humanidad y que como capital del Imperio Romano, sentó muchísimas de las bases culturales, sociales, artísticas y lingüísticas del hemisferio occidental, tal y como lo conocemos hoy.

Conocer Roma en 48 horas es una misión imposible, ya que más allá de visitar sus monumentos, innumerables plazas y fuentes, barrios y museos, Roma es una ciudad para asimilarla lentamente, de la misma forma como se puede disfrutar de la buena mesa italiana.

A pesar de sus rincones llenos de encanto y sosiego, Roma también tiene su lado caótico y bullicioso, dando pie a un balanceado equilibrio que bien vale la pena detenerse a saborear. La Ciudad Eterna como también suele conocerse, ha sido escenario de multitud de películas clásicas como “Vacaciones en Roma”, “La Dolce Vita”, “El talento de Mr. Ripley” y más recientemente, “A Roma con amor”, y es que también es imposible no invertir sus cuatro letras y leerla como “amor”.

VIERNES

Piazza Venezia 

Roma ha sido siempre conocida históricamente como la “ciudad de las 7 colinas”, en referencia a los siete promontorios al este del río Tíber de donde partieron los asentamientos que se convertirían en la gran capital del Imperio Romano. Justamente a los pies de la colina Capitolina se encuentra uno de los monumentos más relevantes y polémicos de Roma, el Monumento a Vitorio Emanuele II, en la Piazza Venezia, comienzo de nuestro recorrido.

Polémico por haber eliminado parte de esta colina, este homenaje al primer rey de la Italia unificada, ha recibido innumerables apodos desde su inauguración en 1927, como “el pastel” o “la máquina de escribir”, pero lo cierto es que recibe muchísimos visitantes y marca uno de los ejes de donde parte una de las vías principales de Roma: Vía del Corso.

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Monumento a Vitorio Emanuele II, Piazza Venezia – Foto: Martin Nikolaj Christensen , CC BY 2.0

Vía del Corso

Esta importante vía atraviesa muchos sitios de interés del centro de Roma que iremos conociendo a su paso y es a la vez es una animada calle, perfecta para cogerle el pulso a la ciudad. A pesar de ser una de las principales arterias del centro, apenas cuenta con dos estrechas aceras y dos carriles de tráfico, sin embargo encontrarás muchos desahogos y sorpresas recorriendo sus 1.500 metros de longitud.

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Via del Corso con la Piazza Venezia al fondo – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

Fontana di Trevi

Las fuentes públicas en la Antigua Roma eran un despliegue de tecnología y lujo, posibles gracias a los 11 acueductos que la dotaban de agua corriente. La más famosa de Roma es sin duda la Fontana di Trevi, punto final del acueducto Virgo, que aún lleva el agua a esta fuente construida en 1629. Es uno de los puntos más visitados y fotografiados de Roma, culpa en parte de Anita Ekberg que la inmortalizó en “La Dolce Vita”, pero también por su impresionante diseño y dimensiones (40 metros de ancho).

Se dice que de media se recaudan más de 3.000 euros diarios en la Fontana di Trevi, debido a la tradición romana que dicta que se deben lanzar tres monedas por encima del hombro derecho cada vez que se visita Roma. Otra de las tradiciones en la Piazza di Trevi es probar un delicioso gelatto (y si es verano mejor).

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La Fontana di Trevi – Foto: Jay ReedCC BY-SA 2.0

San Carlo al Corso/Piazza Spagna

Más adelante por Via del Corso, aparece una de las figuras más conocidas del skyline romano: la silueta de San Carlo al Corso, basílica dedicada a San Ambrosio y San Carlos Borromeo, que bien merece la pena una visita. Hacia al lado oeste, bordeando con el río Tiber, se encuentra el Mausoleo de Augusto, monumento funerario dedicado al primer emperador del Imperio Romano.

Tras pasar San Carlo al Corso, cruza a mano derecha en Via della Croce y llegarás hasta la Pizza di Spagna, un lugar imprescindible en Roma, ya que se trata de una de sus plazas más famosas y con mejor ambiente.

A sus pies encontrarás la multitud agolpada haciéndose fotos en la Fontana della Barcaccia de Bernini, pero mi recomendación es que subas la escalinata que lleva hasta la iglesia de Trinità del Monti para unas vistas espectaculares.

Spanish Steps, Rome – Italy

Piazza di Spagna, las escalinatas y la iglesia Trinità del Monti. Imagen: ©depositphotos.com/fazon1

Piazza del Popolo

De nuevo en la parte baja de la escalinata, prosigue por la Via del Babuino hasta la imponente Piazza del Popolo, otro de los puntos más importantes de Roma. Ubicada en donde estaba una de las puertas en la antigua Muralla Aureliana que rodeaba la ciudad, la plaza que en plano se forma con la conjunción de dos círculos, es la conjunción de tres grandes vías, Via di Ripetta, Via del Babuino y Via del Corso. Entre estas tres vías, sus edificios más famosos, las iglesias gemelas de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto y el obelisco Flaminio, un hito egipcio dedicado a Ramsés II.

Este sitio es puerta de acceso a Villa Borghese, uno de los parques más hermosos de Roma que te invito a visitar si hay tiempo ya que ofrece hermosas vistas y una oportunidad para relajarse en alguno de sus múltiples estanques, fuentes, templetes y museos.

Atardecer en la Piazza del Popolo. Imagen: ©depositphotos.com/zx6r92

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Iglesias gemelas de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto – Foto: N i c o l a , CC BY 2.0

SABADO

Coliseo

Visitar Roma y no ir al Coliseo es como dejar de lado la Estatua de la LIbertad en Nueva York o la Torre Eiffel en París. Se trata del símbolo de Roma que en su tiempo fue el anfiteatro más grande construido en el mundo y que contaba con una capacidad para 50.000 personas. Allí se llevaban a cabo juegos, espectáculos y peleas de gladiadores. Fue utilizado a lo largo de más de 500 años, incluso después de la caída del Imperio Romano. Abre sus puertas a las 8:30 horas por lo que te recomiendo estar pronto, porque la afluencia de gente es permanente. Entrada general (incluye Coliseo, Foro Romano y Colina Palatino): 12 euros.

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Coliseo de Roma – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

Foro Romano y la colina Palatino

Hay que hacer un ejercicio de imaginación extremo al visitar esta parte de Roma, pero vale la pena porque es sencillamente impresionante. La entrada al Foro Romano y el Coliseo es la misma, así que se puede entrar al que tenga menos colas. El Foro Romano era el centro de la vida de Roma y desde allí se desarrollaba el gobierno, la justicia, así como la vida comercial.

Aquí podrás ser testigo de numerosas ruinas de algunos de los espacios más importantes de la Roma antigua como el Templo de Saturno, la Basílica de Majencio, el Arco de Tito o la Curia Hostilia, así como los restos de los foros imperiales. Un compendio histórico de varios siglos. El Palatino, una de las siete colinas de Roma, es el sitio donde dice la leyenda que se fundó Roma en 754 a.C., gracias a su estratégica ubicación cerca del río. Según la mitología, aquí estaba la cueva donde fueron encontrados Rómulo y Remo. Durante siglos, fue el hogar de los romanos adinerados.

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Foro romano al atardecer – Foto: Giuseppe Milo , CC BY 2.0

Area Sacra

Un zona muy interesante para perderte por sus calles (y de paso encontrar buenos sitios para comer) es por los alrededores del Área Sacra, donde se encuentran muchos de los templos más antiguos que se conservan en Roma. Hacia la parte oeste de Piazza Venezia se encuentra la Plaza Largo di Torre Argentina, un lugar descubierto en la década de 1920 durante la construcción de un edificio y que sus excavaciones desenterraron los restos de cuatro templos del siglo III a.C. En la actualidad este terreno está habitado por cientos de gatos callejeros.

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Area Sacra, Plaza Largo di Torre Argentina . Imagen: ©depositphotos.com/adisa

Panteón de Agripa

Siguiendo por la Via di Torre Argentina, se llega al Panteón de Agripa, uno de los ejemplos arquitectónicos de la antigüedad mejor conservados. Construido sobre los restos de un templo erigido por Agripa, el Panteón de Roma está dedicado a todos los dioses y su forma fue un salto innovador en la arquitectura romana. Sorprende el perfecto interior de la cúpula semiesférica que ha llegado hasta el siglo XXI con la firme intención de devolvernos a la Antigua Roma.

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Panteón de Agripa – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

Piazza Navona

A menos de 200 metros en dirección oeste, encontramos la Piazza Navona, lugar de reunión social que gira en torno a otra de las fuentes romanas más hermosas: la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini, donde están representados los grandes ríos conocidos de la época: el Nilo, el Ganges, el Río de la Plata y el Danubio. Ubicada en el lugar del Estadio de Domiciano, donde acudían los romanos a ver juegos y espectáculos, la plaza guarda incluso la misma forma alargada que el antiguo circo. El obelisco de Domiciano domina el centro de la plaza.

Piazza Navona, Rome. Italy

Piazza Navona . Imagen: ©depositphotos.com/lakov

Trastevere

Aunque carece de monumentos de gran relevancia en comparación al resto del centro de Roma, Trastevere (detrás del Tíber), es uno de los barrios más bohemios de Roma, donde el ambiente relajado invita a disfrutar y perderse por las calles de su trazado medieval, sus fachadas desgastadas y su romántica iluminación. Destaca la Basílica de Santa María in Trastevere en la Piazza di Santa Maria, una de las más antiguas de Roma. Recomendación: cruzar a este barrio por la Isola Tiberina y cruzar los puentes de Fabricio y Cesto.

Si quieres una cena especial en Roma, nada mejor que Trastevere. Intenta apartarte de los sitios que tengan menús en varios idiomas ten cuidado con la bebida (en especial si se trata de vino o cerveza, donde más se afincan en los precios). Los restaurantes en Roma suelen aplicar el precio del pane e coperto, un servicio que viene detallado en la cuenta y que se carga a la cuenta una vez traen el pan a la mesa. Si no lo quieres pagar, debes rechazar el pan enseguida.

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Pintoresca plaza en Trastevere. Imagen: ©depositphotos.com/EkaterinaBelova

DOMINGO

Plaza San Pedro

Si hablamos de plazas famosas en Roma, ninguna le gana a la de San Pedro. Diseñada por Bernini, esta gigantesca plaza de 320 por 240 metros es la antesala a la Basílica de San Pedro y cuenta con dos grandes galerías de forma elíptica en donde se pueden sumar 284 columnas y 88 pilastras. En el centro de la plaza, se encuentra un obelisco egipcio de 25 metros de alto. En momentos determinados ha llegado a congregar a más de 300.000 personas simultáneamente.

St. Peter Square from roof of St. Peter`s Basilica, Rome, Italy

Panorámica de la Plaza San Pedro. Imagen: ©depositphotos.com/scaliger

Basílica de San Pedro

Es la iglesia cristiana más grande del mundo y centro de la Ciudad del Vaticano. Es una de las obras arquitectónicas más impresionantes de Roma y en su diseño trabajaron algunos de los artistas y arquitectos más afamados de su tiempo como Miguel Angel, Bramante o Bernini. Según evidencias históricas, el altar de la basílica se encuentra sobre el lugar de sepultura de San Pedro, uno de los apóstoles de Jesús.

En su interior es posible ver la imponente cúpula de la basílica, así como otras obras de arte de valor incalculable como “La Piedad” de Miguel Angel. Entrar a la basílica no requiere pagar entrada aunque puede que las colas sean considerables dependiendo del día. Con una altura de 44,5 metros, domina el panorama romano.

Para las vistas más impresionantes de Roma, debes subir a la cúpula de San Pedro, que ofrece una panorámica de 360º. La subida puede ser en ascensor o exclusivamente a pie, pero ten en cuenta que son 550 escalones, y aunque subas en ascensor, el último tramo requiere subir a través de una angosta escalera de caracol con 321 escalones más. El precio para subir a pie son 5 euros y 7 si subes en ascensor.

Para visitar la Capilla Sixtina, si de debe comprar la entrada para los Museos Vaticanos, que además incluye la Biblioteca Vaticana, la residencia del Papa Alejandro Borgia y Julio II.

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Interior de la cúpula de la Basílica de San Pedro – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

Castillo Sant Angelo

Como última visita, nos espera el Castillo Sant Angelo. Tras pasar la Via della Conziliazone, encontramos este peculiar y monumental edificio que fue construido por el emperador Adriano como su mausoleo familiar. Su nombre actual proviene de una aparición en la que el Papa Gregorio I, en épocas de la peste que azotó Roma en el año 590, vio al Arcángel San Miguel en lo más alto del castillo envainando su espada, simbolizando el fin de la peste.

A partir del siglo XI, pasó a ser propiedad de los papas y utilizado como residencia papal. A raíz de esto, se creó un pasadizo directo al Vaticano de unos 800 metros de longitud, en el que el papa de turno podía pasar de un sitio a otro sin ser visto por la multitud.

Nos despedimos con esta imagen del Puente de Sant’ Angelo con el edificio cilíndrico del castillo al fondo, sin lugar a dudas una de las postales más bonitas de Roma.

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Castillo y puente de Sant Angelo – Foto: Giuseppe Milo , CC BY 2.0

A SIMPLE VISTA – ROMA
Cómo llegar:

Avión: Roma está a la vuelta de la esquina con innumerables vuelos a cualquiera de sus dos aeropuertos (Ciampino y Fiumicino) y múltiples conexiones con aerolíneas low-cost. Saliendo de Madrid o Barcelona, los vuelos más baratos los encuentras con Ryanair, Vueling, Iberia y Alitalia. También dispones de vuelos directos a Roma desde Valencia, Palma de Mallorca, Alicante, Sevilla, La Coruña y Bilbao.
Dónde Alojar:
Encuentra las mejores alternativas de alojamiento en el comparador de hoteles de Vuelos Baratos. También puedes explorar la experiencia de alojarte en un apartamento con AirBnB.
Moverse por Roma:
Roma cuenta con un sistema de metro un poco limitado en comparación a otras ciudades de igual tamaño o importancia, básicamente su subsuelo está plagado de reliquias arqueológicas. Si te vas a mover por el centro, caminar es la mejor opción, sin embargo, para visitar ciertos monumentos es lo más apropiado, aunque también tienes al apoyo de la red de autobuses y tranvías. El billete sencillo cuesta 1,50 euros y es válido para cualquiera de los tres medios.
Roma Pass:
Es la tarjeta turística por excelencia en Roma. Comprar la Roma Pass incluye un kit que da acceso a una serie de descuentos y servicios por un espacio de 2 o 3 días, por lo cual es ideal para una visita de fin de semana. La tarjeta de 2 días cuesta 28 euros y la de 3 días, 36 euros. Ambas incluyen acceso total a la red de transporte público, excepto al transporte entre los aeropuertos y el centro de Roma. Además incluye entrada gratis a dos de los Museos o Monumentos inscritos en la red de afiliados y descuentos para los siguientes. Incluye además un mapa de Roma y la app turística de la ciudad.

Sobre El Autor

Arquitecto de profesión, soy un apasionado de los viajes, la fotografía y nuevas experiencias. Desde que comencé una nueva vida en Barcelona hace más de 10 años, he podido darle rienda suelta a estas aficiones y convertirlo en un modo de vida.He viajado por buena parte de Europa llegando a visitar Portugal, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Italia, Croacia, Francia, Letonia, Suecia, República Checa y Eslovaca, Austria y por supuesto España. También me dejado ver por la parte este de Canadá y Marruecos.Países que he recorrido extensamente son Venezuela y la costa este de los Estados Unidos, sitios que además fueron en su momento lugares de residencia. Uno de mis viajes más memorables fue sin duda el Transiberiano, recorrido que me llevó a conocer tres grandes países: Rusia, Mongolia y China.Mis experiencias viajeras y la visión de mi mundo la vuelco en mi blog El Arquitecto Viajero.

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