Un recorrido por los rincones de Málaga nos acerca a la historia de varias civilizaciones que han dejado su huella en esta ciudad. La capital de la Costa del Sol no es solamente turismo de sol y playa, sino que a este atractivo se suma una enorme riqueza cultural y arquitectónica. En la ciudad que vio nacer a Pablo Ruiz Picasso nos encontramos con una amplia oferta de museos, de buena gastronomía y de zonas para disfrutar al aire libre, que se combinan para hacer de ésta una ciudad donde pasar un fin de semana especial.

SÁBADO

Una visita al centro, la Alcazaba y el Teatro Romano por la mañana

Para empezar el día, podemos ir entrando en calor con un paseo por el centro histórico malagueño. Empezando desde la Alameda Principal, podemos dirigirnos primero hacia la calle Atarazanas. Aquí se encuentra el mercado central construido en el antiguo emplazamiento de las atarazanas islámicas, donde se construían y reparaban barcos. De la antigua construcción se conserva el arco de la entrada principal, un arco apuntado que data del siglo XIV. Vale la pena dar una vuelta por el mercado para captar un poco de la esencia de la ciudad. Abre de lunes a sábados de 8:00 a 15:00 horas.

La calle Larios, la arteria principal de la parte antigua de la ciudad, nos llevará desde la Alameda Principal hasta la conocida Plaza de la Constitución, que desde hace varios siglos constituye el principal espacio de la vida pública y política de Málaga. De ahí podemos ir haciendo un recorrido por las calles y callejones que salen desde Larios hacia el lado de la Plaza de la Merced. Precisamente en esta plaza comenzó la historia de una de las figuras emblemáticas de la ciudad, ya que aquí mismo veremos la casa donde nació Pablo Ruiz Picasso, que actualmente acoge la Fundación Picasso Museo Casa Natal.

Si quieren pararse a tomar un café, una buena opción puede ser el Café con Libros, que está en la misma plaza. En este bar tienen la opción de disfrutar de la terraza si hace buen tiempo o de quedarse en su acogedora sala cubierta de estanterías de las cuales podemos coger un libro para leer si queremos. De aquí estamos a muy pocos pasos de uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de Málaga, su Alcazaba.

La Alcazaba de Málaga es uno de los lugares más mágicos de la ciudad, pues su presencia que domina las vistas desde varios puntos de la ciudad nos cuenta sobre la historia árabe de Málaga. Esta ciudadela que data del siglo XI está ubicada a los pies del monte de Gibralfaro y precisamente junto al Teatro Romano, con lo cual en un mismo espacio vemos confluir los vestigios de estas dos arquitecturas. Así como en Granada no podemos dejar de visitar la Alhambra, no podemos irnos de la capital malagueña sin antes haber caminado entre los muros de la Alcazaba, admirando patios de gran belleza.

Actualmente podemos disfrutar también de la exposición de restos arqueológicos hallados aquí a lo largo de las diversas restauraciones realizabas en el conjunto arquitectónico. Además del interés que suscita conocer por dentro esta gran fortificación, una de las obras mejor conservadas de la arquitectura musulmana en nuestro país, la entrada aquí nos brindará un regalo adicional que son las vistas privilegiadas sobre la ciudad y la bahía malagueña. La Alcazaba permanece abierta todos los días de 9:00 a 18:00 horas en invierno (hasta las 20:00 horas en verano). El precio de la entrada es de 2,20 euros (gratis los domingos a partir de las 14:00 horas). Por otro lado, quienes quieran visitar también el Castillo de Gibralfaro, del cual les hablaremos más adelante, pueden adquirir una entrada conjunta que sale 3,55 euros en total.

 

Al salir podemos pasar por Teatro Romano, situado en la recientemente renovada calle Alcazabilla. Esta construcción, que data del siglo I a.C., puede verse sin necesidad de entrar al museo, pues preside la vista a lo largo de toda la calle. Aún así, merece la pena hacer una visita al Centro de Interpretación en el cual poder hacer un paseo histórico por el mundo romano, no solamente a través de material audiovisual sino también gracias a la exposición de piezas arqueológicas halladas en sucesivas excavaciones. También da la posibilidad de recorrer el teatro por unas pasarelas de madera que nos acercan a diferentes espacios de la construcción. La entrada es gratuita y permanece abierto de martes a sábados de 9:00 a 19:00 y domingos de 10:00 a 14:30 horas en invierno (de abril a octubre el horario de apertura será de 10:00 a 21:00 de lunes a sábados, mientras los domingos cerrará a las 14:30 horas).

 

Comida en una popular bodega de Málaga

Justo en frente al Teatro Romano, por la calle Alcazabilla, se encuentra la puerta trasera de una de las bodegas más conocidas de Málaga, la cual puede ser una buena opción para comer sin tener que desviarnos de nuestra ruta por los principales lugares de interés de la ciudad. Estamos hablando de la Bodega-Bar El Pimpi, famosa no solamente por su buena selección de vinos sino también por la gran cantidad de personalidades reconocidas del mundo de la cultura y la política que han pasado por aquí. Dan cuenta de ello las múltiples fotos que decoran las paredes y los barriles de la bodega con las firmas de los famosos. Si hace buen día, lo cual no será de extrañar en la capital de la Costa del Sol, podremos quedarnos en la terraza con las vistas del Teatro y la Alcazaba. De lo contrario, podremos quedarnos en alguna de sus salas interiores.

En la carta hay tostas, pescados, carnes y opciones para las vegetarianos, en un menú que incluye una amplia selección de vinos malagueños y de otras denominaciones. Sugerencias de la carta: huevos rotos con asadillo de pimientos y chanquetes “pez plata” (8 euros) o paella con calamares y almejas (7 euros), entre otras de la lista.

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Vista de Málaga. Imagen: ©depositphotos.com/IrinaSen

 

Conocer la Catedral y el Museo Picasso por la tarde

Desde El Pimpi, estamos a solamente 5 minutos caminando de la Catedral, con lo cual después de comer podemos ir directamente para conocerla. Esta catedral, construida entre 1528 y 1782 en el emplazamiento de la antigua mezquita, puede presumir de ser una de las obras más destacadas de la arquitectura renacentista andaluza. ¡Aún sin estar terminada! A simple vista ya nos daremos cuenta de que hay una parte de su construcción que falta. Y es que una de sus dos torres nunca llegó a construirse porque, según se cuenta, el dinero que hubiera sido destinado a su construcción fue utilizado para ayudar a financiar la independencia de los Estados Unidos. Otras teorías apuntan simplemente a que las cuentas finalmente no salieron debido a la utilización de materiales de muy alta calidad. Sea cual fuere el motivo entonces, la cuestión es que hasta hoy permanece únicamente con una torre, lo cual le ha ganado el apodo cariñoso de “La Manquita”.

En su interior destaca especialmente la parte del coro, con una magnífica obra escultórica en la cual participaron artistas como Pedro Mena, quien realizó 42 figuras en altorrelieve para la sillería del coro. Podremos ver aquí los dos órganos del siglo XVIII. También podremos acceder al museo que se encuentra en las antiguas dependencias de la Sala Capitular, donde se exponen obras sacras pertenecientes a diferentes épocas. El horario de apertura de la Catedral y Museo Catedralicio es de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 y los sábados de 10:00 a 17:00 horas (domingos y festivos permanece cerrado). El precio de la entrada individual para adultos es de 5 euros, mientras que los niños pagarán 0,60 euros.

 

El Museo Picasso es otra de las citas imperdibles de Málaga, especialmente para los amantes del arte y la arqueología. Pues no es simplemente un museo en el cual admirar obras del famoso artista, sino que el espacio alberga una serie de sorpresas. Para empezar, la arquitectura del propio edificio, el Palacio de Buenavista, en el cual se mezclan elementos renacentistas y mudéjares conformando un buen referente de los palacios andaluces del siglo XVI. Luego está la propia colección que presenta una serie de obras que hacen un recorrido por la multiplicidad de técnicas, estilos y materiales por los que transitó Picasso con enorme talento. En las distintas salas del palacio se van abordando diversas temáticas en relación al legado de esta gran figura del arte.

En relación con la parte arqueológica que mencionábamos, se trata de magníficos restos arqueológicos hallados en excavaciones que se hicieron en el subsuelo del palacio. Entre los hallazgos vemos vestigios de diversas civilizaciones, pudiendo ver restos de una vivienda fenicia, de una muralla y de una torre fenicias del siglo VI a.C. o restos de piletas de una factoría romana de salazones de pescado que data del silo II d.C, entre otros. Después de empaparnos de arte e historia dentro del museo, podemos también tomar un café en el jardín del palacio, un espacio que invita a relajarse entre naranjos y buganvillas. El horario de visita es todos los días a partir de las 10:00 y hasta las 18:00 entre noviembre y febrero, hasta las 19:00 de marzo a junio y de septiembre a octubre y hasta las 20:00 horas en julio y agosto. La tarifa de ingreso para adultos es de 8 euros (mitad de precio para mayores de 65 años y estudiantes acreditados de menos de 26 años).

Noche con música en vivo

La capital malagueña tiene una vida nocturna bastante movida los fines de semana. Podríamos empezar con unas tapas en alguno de los múltiples bares del centro y luego pasar a un pub. Gran parte de los pubs y bares de la ciudad se concentran en torno a la zona del Teatro Cervantes, de la Catedral y de la Plaza Uncibay. Para quienes quieran música en vivo, podrán aprovechar la programación de la Sala Velvet (Calle de las Comedias 15), que los viernes y sábados a partir de las 22:00 tiene conciertos para aquéllos a quienes les guste la música indie.

DOMINGO

De paseo por el puerto y visita al Museo Thyssen por la mañana

Podemos empezar el domingo dando un paseo por la Alameda Principal e ir caminando en dirección al puerto. La historia de Málaga no puede explicarse sin hacer mención a esta parte de la ciudad. Y es que Malaka (como fue fundada por los fenicios en el siglo IX a.C.) se estableció con su base en la explotación de los recursos pesqueros de la bahía. Actualmente este puerto milenario sirve de base para una gran cantidad de cruceros y registra un importante tráfico de pasajeros. A lo largo de los últimos años se han venido desarrollando una serie de obras de renovación de esta zona y han revitalizado el puerto y lo han convertido en una zona destacada de paseo y ocio.

Las nuevas instalaciones y modernización de los muelles uno y dos animan a los visitantes a darse una vuelta por las dársenas. Aquí hay un amplio paseo dominado por una pérgola serpenteante, a cuyo lado se van alternando jardines y patios donde sentarse a descansar, bares y salas de exposiciones. En el muelle del lado del Paseo de la Farola hay un centro comercial al aire libre muy con tiendas de ropa y establecimientos para comer, terrazas para tomar un café y una amplia oferta de ocio. Por otro lado, está previsto que para el 2015 los muelles sirvan de escenario para el nuevo Centro Pompidou de Málaga, para seguir incrementando la variada oferta de museos de la ciudad.

Entre estos museos, vale la pena visitar el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), que suele tener interesantes exposiciones y es de entrada gratuita. Se encuentra ubicado junto al río Guadalmedina (Calle Alemania, s/n), a unos 10 minutos caminando desde el puerto. Desde ahí podemos seguir caminando bordeando el río en dirección al centro histórico. Aquí nos encontramos a unos minutos caminando del Museo Thyssen (Calle Compañía, 10). Podemos aprovechar para pasear por esa zona que, desde la inauguración del museo en el 2011, las calles aledañas han visto diversificar su oferta comercial y cultural, mientras la zona se ha ido configurando cada vez más como un polo de diseño en la capital malagueña.

En este museo de pintura, situado en un palacio renacentista del siglo XVI, se exponen obras procedentes de la colección privada de Carmen Thyssen-Bornemisza que nos permiten adentrarnos en los diferentes géneros pictóricos de la pintura del siglo XIX en España. Como ocurrió en el caso del palacio que alberga actualmente el Museo Picasso, en las obras de rehabilitación del Palacio de Villalón para inaugurar el Thyssen se encontraros restos arqueológicos de la época romana. Sin embargo, a pesar de que estos hallazgos se anuncian en la web del museo, hasta hoy aún no han sido abiertos al público para su visita. El museo tiene también una agradable librería a la cual se puede acceder desde la calle.

El museo está abierto de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas. El precio de la entrada es de 6 euros para la exposición permanente y 4,50 euros para la temporal, mientras que la tarifa de la entrada combinada es de 9 euros. Sin embargo, la entrada será gratuita si vamos el domingo a partir de las 17:00 horas.

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Imagen: ©depositphotos.com/herraez

 

Tapas en el centro

Si hay una cosa que no falta en Málaga es la gran cantidad de bares ara tomar unas buenas tapas. Por la zona del Thyssen hay un lugar que recomiendo especialmente para quienes quieran comer tapas originales en un sitio acogedor: La Casa del Perro (calle Andrés Pérez 12). Lo cierto es que este restaurante está algo escondido, en una estrecha calle peatonal que comunica la Plaza de los Mártires con la calle Carreterías. Si bien al ser fin de semana no podremos disfrutar de los menús que ofrecen, proponen una serie de “mordiscos” y “bocados” para compartir. Se trata de una combinación de elaborados pinchos, panecillos, tarteletas, hojaldres y platillos variados, que van cambiando según la carta del día escrita en las pizarras del restaurante. Hay opciones con carnes, pescados y vegetarianas, con combinaciones para todos los gustos.

Visita al Castillo de Gibralfaro por la tarde.

Después de comer podemos dar una vuelta por las calles del centro histórico para admirar la arquitectura por la zona. Podemos pasar por la plaza del Teatro Cervantes, el más antiguo espaci escénico de la ciudad y donde cada año se celebra el Festival de Málaga de Cine Español. Y una visita a Málaga no estaría completa si dejamos a un lado el Castillo de Gibralfaro, que se encuentra entre sus monumentos históricos más importantes. Este castillo del siglo XIV se sitúa en la colina del mismo nombre, en la cual se situaba antiguamente un faro (de ahí su nombre que procede del árabe Jabal-Faruk, que significa monte del faro).

Esta importante fortaleza, que cuenta con dos líneas de murallas y un total de ocho torreones, fue diseñada para albergar a las tropas y servir de protección a la Alcazaba, con la cual se encuentra unida por la coracha. Como parte de la visita se puede no solamente hacer el camino por sus murallas y otras zonas de la fortaleza, sino también acceder al Centro de Interpretación en el cual nos harán un recorrido para adentrarnos en su historia. Pero lo que sin duda constituye una de las partes más importantes de la visita son las inmejorables vistas panorámicas de Málaga y la bahía desde lo alto de la colina donde se encuentra la fortaleza. El horario de visita es de 9:00 a 18:00 horas en invierno y hasta las 20:00 horas en verano. Siendo domingo por la tarde, la entrada será gratuita (de lo contrario, el precio es de 2,20 euros y de 3,55 euros si compramos la entrada conjunta con la Alcazaba). Para llegar hasta allí, quienes no dispongan de coche podrán coger el autobús 35 desde el paseo del parque.

En la colina del castillo hay también un parador con terraza, para quienes quieran quedarse un rato a tomar un café aquí aprovechando las agradables vistas.

 

Vida nocturna malagueña

Quienes tengan coche, pueden aprovechar para ir a la zona de El Palo y Pedregalejo, donde hay varios bares y discotecas de moda para quienes se animen a quedarse hasta tarde. Para aquéllos que prefieran quedarse en el centro, podrán elegir entre una oferta bien variada. Una opción interesante para empezar puede ser el bar Drunk-O-Rama (Calle Comedias, 20), donde sirven tapas y comida casera. De fondo, exposiciones y rock ‘n’ roll. Luego una opción es el Onda Pasadena, un bar situado frente al mercado de la Plaza de la Merced (Calle Gómez Pallete, 5) y que abre de 22:00 a 6:00 horas, con lo cual dará cabida a quienes quieran prolongar su despedida de Málaga.

 A SIMPLE VISTA – MÁLAGA
Cómo llegar:
Avión: el aeropuerto de Málaga, que se encuentra a tan solo 8 kilómetros del centro de la ciudad, cuenta con buenas conexiones nacionales e internacionales. Podremos conseguir vuelos directos entre Málaga y ciudades como Barcelona (Iberia y Vueling), Bilbao (Air Europa y Vueling), Madrid (Iberia y Air Europa) o Palma de Mallorca (Air Europa, Air Berlin, Bulgaria Air y Vueing), entre otras.
Tren: gracias al AVE de Renfe, podemos desplazarnos entre la Estación María Zambrano y Madrid Atocha en dos horas y 35 minutos. Hay también trenes AVE desde Barcelona y Valencia.
Autobús: Daibus ofrece conexiones diarias Madrid-Málaga en diversos horarios. El viaje entre ambas ciudades dura en torno a seis horas y los billetes cuestan 25,11 euros.

Donde alojarse:
Nuestro buscador os podrá ayudar a comparar ofertas de hoteles en Málaga muy fácilmente. Algunas opciones: buscar ofertas de pisos a través de Airbnb, un hotel económico y céntrico como el Hotel Atarazanas Malaga Boutique Hotel o el Room Mate Lola o un hotel con encanto como el Parador de Málaga Gibralfaro, para disfrutar de unas inigualables vistas sobre la ciudad y el mar.

Cuando ir:
Aunque la capital de la Costa del Sol tiene un clima agradable todo el año, la mejor época para visitar Málaga es seguramente el verano para poder disfrutar de las playas.

Más informaciones:
Conviene consultar la web de Turismo de Málaga para poder tener una información más amplia acerca de la ciudad, sus principales atracciones, su historia y otras informaciones útiles para organizar nuestro viaje.

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