A simple vista, puede que Lisboa carezca de la monumentalidad y espectacularidad de otras capitales europeas, pero justamente ahí es donde radica su mayor belleza. Con una topografía caprichosa, la ciudad de las siete colinas es bañada por las aguas del Tajo justo en el momento en el que sus aguas se despiden del continente y se fusionan con el Atlántico, dando lugar a la capital más occidental de Europa.

Entre las características que le definen compiten sus pronunciadas pendientes y los tranvías y funiculares que desafían la gravedad, los nostálgicos miradores en los que el tiempo parece detenerse, su arquitectura de estilo manuelino, que en ocasiones se debate entre lo pintoresco y lo decadente y sin duda un ritmo distinto comparado al de otras ciudades.

Lisboa es una ciudad perfecta para una escapada de fin de semana, ya que tiene un tamaño muy manejable y se encuentra a la vuelta de la esquina, pero una vez compruebes cómo sus habitantes se encargan de hacerte sentir como si estuvieses en casa, seguramente te apetecerá continuar el recorrido. Nosotros nos ocuparemos de las primeras 48 horas.

VIERNES

Plaza de Comercio – 17:00 horas

Un suceso histórico marcó a Lisboa como ningún otro y fue el fatídico terremoto de 1755, que destruyó aproximadamente el 85% de la ciudad, dejándola completamente en ruinas. Uno de los primeros monumentos construidos tras el terremoto, fue el Arco de Triunfo en la Praça do Comercio, uno de los centros neurálgicos de la ciudad y que marca el comienzo de uno de los ejes urbanos más importantes de Lisboa: la Rua Augusta.

Aunque el arco actual data de 1875 y pasó a sustituir al antiguo arco un siglo después de su construcción, la Plaza de Comercio a simple vista es una especie de antesala al Tajo y al mismo tiempo, una puerta de entrada a la ciudad. Una estatua de José I de Portugal, antiguo rey de Portugal, se encuentra en el centro de la plaza. Nada mejor que comenzar a conocerla por una de sus vías peatonales más animadas y llenas de vida como la Rua Augusta.

Plaza de Comercio, Lisboa. Imagen: ©depositphotos.com/digitalsignal

Rua Augusta – 18:00 horas

Este importante eje comercial, une la Plaza de Comercio con la Plaza de Rossio, otro de los puntos más importantes de Lisboa y el barrio de Baixa. A su paso encontrarás tiendas, bares y restaurantes y productos locales (así como infinidad de trampas para turistas). En lo esencial, intenta evitar los locales donde un anfitrión te invita a entrar o donde veas la carta en varios idiomas.

Si quieres comenzar degustando una delicia local, dirígete a “Buraco Snack” (Rua de Santa Justa, 29), un local bastante sencillo en donde preparan unos verdaderos buñuelos de bacalao lisboetas. Si te interesan los vinos portugueses, justo en frente (Rua de Santa Justa, 18) hay un local llamado Garrafeira Nacional, que ofrece una estupenda variedad de vinos y licores portugueses de gran calidad y botellas tan antiguas y caras como llenas de historia.

Comienzo de la  Rua Augusta – Foto: Rossana Ferreira , CC BY 2.0

 

Botellas históricas en la Garrafeira Nacional – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

 

Plaza de Rossio 18:45 horas

Es una delicia visitar la también llamada Plaza de Pedro IV al anochecer, a mi parecer, su mejor momento. Es uno de los puntos del centro con más vitalidad y a su alrededor se encuentran varios sitios de interés como la Estación de Trenes de Rossio, un gran ejemplo de arquitectura manuelina), o el Teatro Nacional Doña María II. En esta plaza se estrenó el característico mosaico de color blanco y negro que posteriormente se utilizó para todas las aceras en Lisboa.

A pocos pasos de la plaza encontrarás la Iglesia de Santo Domingo, un antiguo templo del siglo XIII que milagrosamente sobrevivió al terremoto -aunque llegó a perder todo el tejado en su momento- y en donde a mediados del siglo XX se desató un incendio que chamuscó buena parte de su interior. En la actualidad, los muros siguen presentando el aspecto deteriorado, lo cual le otorga un efecto impresionante.

Plaza de Rossio al atardecer – Foto: PortoBay Hotels & Resorts , CC BY 2.0

 

Elevador de Santa Justa – 19:30 horas

Bajando una calle en dirección al Tajo encontrarás uno de los monumentos más famosos de Lisboa, el Elevador de Santa Justa. Inaugurado en 1902, es el único elevador público de la ciudad y conecta el barrio de Baixa con Chiado y Barrio Alto. Subir es garantía de acceder a uno de los mejores miradores de Lisboa.

Santa Justa Lift at Night

El Elevador de Santa Justa. Imagen: ©depositphotos.com/rognar

 

Cena y espectáculo de fado en Barrio Alto – 20:30 horas

Este barrio es sin duda uno de los más bohemios de Lisboa, cuyas callejuelas sinuosas esconden desde bares de antaño y casas de comida a boutiques de diseño, restaurantes de calidad y cafés literarios. Es uno de los barrios indicados en Lisboa para deleitarse con un espectáculo de fados, una de las expresiones artísticas más autóctonas de la ciudad. Uno de los sitios más legendarios del barrio es Tasca do Chico (Rua do Diário de Noticias, 39), un local sencillo pero encantador que desde temprano se llena de gente y donde podrás cenar también a buenos precios.

Una calle típica en Barrio Alto – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

 

Vistas desde el mirador del Elevador de Santa Justa – Foto: JoseluBilbo.CC BY-ND 2.0

SÁBADO

Parque de las Naciones 9:30 horas

Lisboa también tiene su parte moderna en el Parque de las Naciones (Parque das Nações), un espectacular conjunto arquitectónico construido con motivo de la Exposición Mundial de 1998, que consiguió revitalizar la zona oriental de Lisboa, antiguamente de carácter industrial, y darle un aspecto renovado a la ciudad de cara al nuevo milenio.

El recinto, que se ubica junto al vistoso puente Vasco da Gama, le ha otorgado a Lisboa un gran espacio dedicado al ocio, la cultura, las compras y al turismo. Conecta rápidamente con el centro de Lisboa a través de metro y tren, en la flamante Estación de Oriente diseñada por Calatrava, un nuevo icono para Lisboa y una de las estaciones ferroviarias más importantes del país.

Panorámica desde el Parque de las Naciones – Foto: Eduardo Batista , CC BY 2.0

 

Oceanario de Lisboa – 10:00 horas

Mucho más que un acuario, este gigantesco centro dedicado a la vida marina es el segundo más grande de Europa y en su interior acoge a más de 8.000 especies marinas, que se dividen en distintos hábitats. Cada uno de estos espacios representan un océano distinto, ya sea el Antártico, el Índico, el Pacífico o el Atlántico Norte, pero seguramente te sorprenderás con el Océano Global, un gigantesco tanque central visible nada más entrar al edificio. Es una visita indicada para ir con niños.

Oceanario de Lisboa – Foto: Feliciano Guimarães , CC BY 2.0

 

Estación de Oriente, Santiago Calatrava – Foto: Carlos LunaCC BY-SA 2.0

Explorando el Parque de las Naciones 12:00 horas

El espacio en este recinto es enorme, así que contratar bicicletas de alquiler para un paseo está más que recomendado. Visita la moderna marina con capacidad para 600 embarcaciones, el Pabellón del Conocimiento, un museo de ciencia y tecnología también ideal para los más pequeños, continúa hacia el Pabellón de Portugal, un impresionante edificio del portugués Alvaro Siza o bien sube a bordo del teleférico para apreciar las vistas panorámicas de todo el parque a lo largo de cinco kilómetros.

La oferta cultural en el recinto es muy variada. Para conocer la programación puedes visitar el Centro de Información Turística, donde también podrás adquirir el Cartão do Parque, tarjeta que da acceso a las principales atracciones del complejo, incluyendo el Oceanario. Por último, visita el moderno Centro Comercial Vasco da Gama, donde podrás comprar tranquilamente.

Vista del teleférico y el Puente Vasco da Gama – Foto: vil.sandi , CC BY-ND 2.0

 

Comida en Alfama 14:00

Después de conocer la zona más moderna de Lisboa, ¿por qué no crear un poco de contraste y conocer la más antigua? El barrio de Alfama es el más tradicional de Lisboa y una de las razones para ello es que fue la zona de la ciudad que menor devastación sufrió durante el terremoto. El encanto de este barrio reside en los pequeños detalles como los recovecos de sus estrechas calles, la ropa tendida en las ventanas o el sonido repentino de un fado. Este barrio alberga muchos de los tesoros de la ciudad que exploraremos a continuación, pero antes toca un descanso y recargar energías.

Para llegar a Alfama, te recomiendo llegar en metro hasta la estación Baixa/Chiado y de allí subir al legendario tranvía Nº 28, uno de los transportes más encantadores de Lisboa. Su aspecto antiguo e interior de madera le otorgan un look muy vintage y pintoresco y pero además es práctico ya que recorre Alfama y otras partes del centro de la ciudad. Cercano a la ruta del tranvía encontrarás un sitio emblemático para comer en Alfama es Chapitô (Rua Costa do Castelo 7), que ofrece terraza con vistas, comida de calidad y un ambiente informal y relajado.

El barrio de Alfama y el mítico tranvía 28 – Foto: Pablo Nieto , CC BY-ND 2.0

 

Catedral da Sé de Lisboa – 16:00 horas

Uno de los símbolos del barrio y de toda Lisboa, la Catedral da Sé, que data del siglo XII, sobrevivió al terremoto y fue restaurada en 1930. El Claustro de la Catedral (abierto hasta las 17:00 horas) guarda tesoros de distintas épocas históricas, así como restos romanos y medievales.

Catedral da Sé de Lisboa – Foto: Ashley Wilson , CC BY 2.0

 

Castillo de San Jorge – 17:30

El Castillo de San Jorge es una visita obligada en Lisboa, no sólo por sus espectaculares vistas sino por lo que la estructura representa en la historia de Portugal. Es una de las fortificaciones más importantes del país y otro de los símbolos de la ciudad. Si viajas a Lisboa en invierno (entre noviembre y febrero) te recomiendo visitar este monumento en Alfama antes que ningún otro porque cierra a las 18:00 horas. Si viajas en verano (entre marzo y octubre) tienes hasta las 21:00.

Dentro del castillo tendrás la oportunidad de revivir episodios históricos de la ciudad, ya sea por tu cuenta o acompañado por un guía, pasear por los jardines y tomarte tu tiempo para disfrutar de las hermosas vistas de los tejados lisboetas y el Tajo.

Castillo de San Jorge al atardecer. Imagen: ©depositphotos.com/emicristea

 

Miradores de Lisboa y cena – 20:30 horas

Así como tienes una espectacular vista desde el Mirador del Castillo, Lisboa ofrece infinidad de miradores en los que simplemente puedes dedicarte a pasar un largo rato viendo como se pone el sol, disfrutando de un café. Cercano al castillo está el Miradouro de Santa Luzia, pero si tienes tiempo no dejes de visitar el de Santa Catarina (cercano a la ruta del tranvía 28), el Miradouro de Graça o el de San Pedro de Alcântara.

Si quieres repetir la experiencia de cenar con espectáculo de fados, te recomiendo bajar por Alfama, bien sea caminando o en tranvía hasta el restaurante Casa de Linhares/Bacalhau de Molho, un local sumamente tradicional de muros y bóvedas de piedra que sirve cocina tradicional portuguesa. Si por el contrario quieres explorar otro barrio con gran ambiente nocturno, el tranvía 28 te dejará en el corazón de Chiado, otro barrio que no debes dejar de visitar.

Una parada obligada es el Café A Brasileira, uno de los más antiguos de la ciudad que en su terraza tiene una famosísima estatua de Fernando Pessoa. No dejes de pasar por Largo do Chiado, otra de las plazas con mayor movimiento del barrio, donde está otra imagen mítica de Lisboa: la estatua de António Ribeiro Chiado.

Miradouro de Santa Luzia – Foto: Roberto Moreno , CC BY 2.0

 

Estatua de Antonio Ribeiro Chiado, Lisboa – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

DOMINGO

Belém – 10:00 horas

El barrio de Belém, ubicado hacia el lado occidental de la ciudad, más allá del Puente 25 de abril, es otra visita obligatoria en Lisboa. Aquí se concentran tres monumentos de gran importancia: el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento a los Descubrimientos y finalmente la Torre de Belém. Por si fuera poco, es además el sitio donde se elaboran los famosísimos Pastéis de Belém, que si bien se consiguen hasta en el aeropuerto, nunca saben igual que la fábrica que los produce según la receta original.

Tren pasando por Belém – Foto: Nuno Morão , CC BY-SA 2.0

 

Monasterio de los Jerónimos – 10:30 horas

Para llegar a Belém desde el centro, dirígete a Cais do Sodré y sube a bordo del tranvía Nº 15, que hace un pintoresco recorrido paralelo al Tajo hasta llegar a Belém. La primera parada será este monasterio, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los mejores ejemplos de arquitectura manuelina, un estilo surgido durante el mandato de Dom Manuel I.

El Monasterio está acompañado de una espectacular iglesia y jardines, cuya construcción tuvo como objetivo principal ser el lugar de oración para todas las expediciones que partían hacia el Nuevo Mundo, lo que nos lleva al próximo destino.

Monasterio de los Jerónimos, Belém – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

 

Monumento a los Descubrimientos – 12:00 horas

Este monumento fue inaugurado en 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante, precursor de los descubrimientos portugueses en el siglo XV. El edificio, que presenta claros motivos alusivos a la navegación, así como esculturas de las principales figuras históricas de la era de los descubrimientos, dispone de un bonito mirador que deja ver con claridad la rosa de los vientos a los pies del monumento, con las rutas marítimas que se trazaron para la conquista de nuevos territorios. En su interior hay una exposición multimedia que explora en detalle sus hazañas realizadas.

Monumento a los Descubrimientos – Foto: PortoBay Hotels & Resorts , CC BY 2.0

 

Torre de Belém – 13:30 horas

A muy poca distancia encontrarás la famosa Torre de Belém, otro de los iconos lisboetas, se construyó en 1515 como punto defensivo del puerto de Lisboa, aunque también marcaba el punto de donde partían las expediciones portuguesas. Su mayor encanto está en su interior, donde es posible ver elementos decorativos esculpidos en piedra, así como las torres de vigilancia, la armería y la prisión.

Torre de Belém – Foto: Ricardo Ramirez Gisbert , CC BY 2.0

 

Fábrica de Pasteis de Belem

Para despedir Lisboa, nada mejor que una visita a la fábrica de Pastéis de Belém, que surgió como iniciativa del monasterio en el siglo XIX para generar ingresos extra vendiendo la receta secreta de los pasteles de nata creados en el convento y que se hicieron tan famosos que atraían a los lisboetas que acudían en masa a degustar estas delicias.

Hoy en día, el secreto de su fabricación persiste y se sigue haciendo de la misma manera. Que no te engañe el pequeño aspecto exterior de la fábrica (Rua de Belém, 84-92), ya que su interior es un enorme laberinto de salas que no terminan nunca y que en ciertos tramos permite ver a través de cristales la preparación de los pasteles. No te vayas de Lisboa sin probar estos delicados pasteles que constituyen uno de sus sabores más auténticos.

Pastéis de Belém – Foto: André Luís , CC BY 2.0

A SIMPLE VISTA – LISBOA
Cómo llegar:
Avión: es posible encontrar vuelos baratos a Lisboa y buenas conexiones con aerolíneas low-cost a las principales ciudades en España, con vuelos directos desde Madrid (Air Europa, Easyjet, Iberia,TAP) y Barcelona (Vueling, TAP, Iberia), Málaga (TAP), Bilbao (TAP) y Valencia (TAP).
Tren: Con Renfe puedes viajar hasta Lisboa en Tren-Hotel saliendo desde Madrid-Chamartín a las 21:50 y llegando a Lisboa a las 7:30 horas del día siguiente por aproximadamente 100 euros.
Autobús: La empresa Avanzabus conecta Lisboa en autobús con las principales ciudades españolas. Des Madrid, recorrido tarda 9 horas y cuesta alrededor de 70 euros. Alsa realiza el trayecto entre Sevilla y Lisboa en autobús con una duración de 6:45 horas a un precio aproximado de 82 euros.
Dónde Alojar: Compara las opciones que te ofrece el buscador de hoteles de Vuelos Baratos para encontrar tu alojamiento ideal en Lisboa. Si prefieres un alojarte en un apartamento, revisa otras alternativas en AirBnB.
Moverse por Lisboa:
Alrededor del centro las distancias son lo suficientemente manejables para caminar, sin embargo para ciertos trayectos conviene adquirir la Lisboa Card, la tarjeta turística oficial de la ciudad. Con ella, tendrás uso ilimitado y gratuito de toda la red de metro, tranvías y elevadores (incluyendo Santa Justa), así como a 26 museos y monumentos de Lisboa. Para más información sobre Lisboa y Portugal, conoce la web de Visit Portugal.

Sobre El Autor

Arquitecto de profesión, soy un apasionado de los viajes, la fotografía y nuevas experiencias. Desde que comencé una nueva vida en Barcelona hace más de 10 años, he podido darle rienda suelta a estas aficiones y convertirlo en un modo de vida.He viajado por buena parte de Europa llegando a visitar Portugal, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Italia, Croacia, Francia, Letonia, Suecia, República Checa y Eslovaca, Austria y por supuesto España. También me dejado ver por la parte este de Canadá y Marruecos.Países que he recorrido extensamente son Venezuela y la costa este de los Estados Unidos, sitios que además fueron en su momento lugares de residencia. Uno de mis viajes más memorables fue sin duda el Transiberiano, recorrido que me llevó a conocer tres grandes países: Rusia, Mongolia y China.Mis experiencias viajeras y la visión de mi mundo la vuelco en mi blog El Arquitecto Viajero.

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